ELIMINEMOS LAS ESTATUAS DE COLÓN

El asesinato del afroamericano George Floyd ha vuelto a relanzar el viejo debate sobre la herencia colonial y esclavista. Y cómo no, La presidenta de Catalunya En Comú-Podem en el parlamento catalán, Jéssica Albiach, considera que sería una «buena medida» retirar la estatua de Colón de Barcelona.

Qué bien, por fin alguien con sentido común que nos plantea renunciar a todo aquello que pueda suponer romper con la herencia esclavista, aunque creo que va a resultar una tarea titánica porque las pruebas sobre la esclavitud se pueden encontrar en casi todas las culturas y continentes.

Pero bien vale la pena, renunciemos a nuestro legado cartaginés (porque ellos utilizaban esclavos) a pesar de que establecieron una gran cantidad de bases comerciales y fundaron ciudades como Ibiza, Cartagena o Barcelona.  Al traste con todas ellas porque tienen orígenes esclavistas.

Y qué decir tiene de los romanos, nuestra mayor de las repudias a pesar de que hicieron de España una nación cultural, nos dejaron el idioma, el derecho, la religión, una base literaria y muchas de nuestras costumbres y actitudes.  Por favor, derribemos con urgencia el Acueducto de Segovia, el teatro romano de Mérida y tantas y tantas otras obras que nos recuerdan su pasado esclavista.

Tampoco recordemos a los Visigodos, hemos de acabar con su legado porque continuaron con las estructuras esclavistas romanas (aunque fue algo dulcificada por el cristianismo) y no reconocieron a los esclavos como personas de pleno derecho. Fuera, fuera con nuestros vestigios visigodos.

Bueno, bueno, y para qué hablar de los árabes, con un largo historial del comercio de esclavos, principalmente en los mercados Oriente Medio y el norte de África. Todas las sociedades musulmanas han sido esclavistas y a pesar de la abolición de la esclavitud, cientos de personas siguen siendo esclavizadas por musulmanes en diferentes países en la actualidad.

Derribemos la mezquita y la Alhambra de granada, renunciemos a los elementos de física que nos ayudaron en la navegación, a los conocimientos de química, matemáticas, medicina, arquitectura, astronomía, agricultura, artesanía o a su gastronomía.

 También renunciemos a la edad media, donde la esclavitud en España fue una práctica habitual en los diferentes reinos de la península ibérica y que se extendió durante la Edad Moderna a las posesiones españolas en América.

Durante toda la historia de España la trata de esclavos fue una realidad hoy olvidada pero muy común entre nuestros ancestros y hasta muy poco antes de su abolición. Muchos de sus practicantes tienen hoy bustos o nombres de calle que los conmemoran, muchos catalanes como Josep Xifré, presidente y fundador de la Caja de Ahorros de Barcelona (embrión de La Caixa), Miquel Biada i Bunyol, conocido por ser el principal promotor del primer ferrocarril peninsular, Joan Güell i Ferrer el fundador de la futura patronal catalana (Foment).

También tenemos casos norteños como Pablo Epalza, futuro fundador del Banco de Bilbao, Antonio López y López, Marqués de Comillas, fundador también del Banco Hispano Colonial, Juan Manuel Manzanedo. Todos ellos cimentaron sus fortunas como negreros.

¿Hay alguien que no considere reprobable y miserable la esclavitud?, pero por mucho que nos repugne señora Albiach, no podemos reescribir la historia, solo aprender de ella para reproducir lo bueno y no volver a caer en lo malo.

Sólo hay algo peor que los que tratan de manipular la historia, que son los necios y estúpidos (también definidos como gilipollas en la R.A.E.) que les siguen. Igual, leer más ayude algo.

José García Cortés

      16-6-20

LA IGNOMINIA DE NUESTROS FALLECIDOS

Los datos de la mortalidad en España, según Sánchez, son «complementarios y no contradictorios».  Con este requiebro salió el Sr. presidente tras ser interpelado en la decimotercera conferencia de presidentes autonómicos por el “baile” de cifras de muertos que proporciona cada día su Ministerio de Sanidad.

Pero entre los 27.136 fallecidos cuantificados oficialmente en España por coronavirus y los más de 43.000 que ya han acreditado organismos oficiales, como el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el sistema de Monitorización de la Mortalidad (MOMO) del Instituto de Salud de Carlos III (ISCIII), media algo más que una contradicción, media una ignominia.

Y además, sobre los “fallecimientos oficiales”, levamos muchos días en los que el Gobierno comunica menos fallecidos que las Comunidades Autónomas. Después de varios meses de mando único en la que ha habido tiempo sobrado para armonizar los criterios, la aplicación de una de las reglas básicas de las matemáticas no parece muy compleja, ¿no?:  1+1=2  ;  2+1=3 ; 3+1 =4 ……

Pero a pesar de todo, el Sr. Sánchez nos vende en público que “la publicación diaria de estos datos justifica la «transparencia» del Gobierno durante la emergencia sanitaria”, manda h….., que diría Federico Trillo. Lo cierto es que, en el escenario actual, el gobierno no tiene ninguna credibilidad cuando expone la cifras… en esto tampoco.

Y todo ello sin tener en cuenta que la OMS ya recomendó considerar también a las víctimas «sospechosas» como muertos por covid-19.

No se puede entender (salvo que sea para evitar que se vea el absoluto descalabro en su gestión en la pandemia) la obsesión en ocultar el número de fallecidos.

Dice el refrán que “la culpa llama a todas las puertas, pero nunca encuentra posada”, y aunque resulte que se haya archivado la causa contra el delegado del gobierno en Madrid,  las grabaciones en televisión y radio y la prensa escrita, además de la deliciosa entrevista a Irene Montero, no dejan lugar a la duda sobre el conocimiento del problema por parte de los máximos representantes del Gobierno de la Nación.  Recojo parte de las declaraciones que comenté en el artículo “confianza en el equipo de gobierno”

fecha¿quién?Declaración
30-1-20OMSEstoy declarando una emergencia de salud publica de preocupación internacional
31-1-20Sr. SimónEspaña no va a tener, como mucho, más de algún caso aislado
12-2-20GSMAEl CEO de GSMA anuncia la cancelación del Mobil de Barcelona debidas a causas sanitarias mientras la alcaldesa de Barcelona y la Vicepresidenta Carmen Calvo insisten en que no hay ninguna razón sanitaria para ello.
13-2-20U.E.Los ministros de Salud de la Unión Europea acordaron reforzar la coordinación e intercambio de información en la gestión de la respuesta a la amenaza del virus coronavirus (Covid-19) y «vigilar» el riesgo de desabastecimiento de medicamentos y equipos importados desde China.
13-2-20Sr. IllaEstamos preparados para hacer frente a cualquier situación y no hay ninguna razón para temer por la salud pública
15-2-20OMSTodos los países deben estar preparados para la llegada de casos para tratar a los pacientes, prevenir la transmisión y proteger a sus sanitarios
25-2-20Sra. MonteroEspaña está preparada. Tenemos los medios para tratar los casos sospechosos.
25-2-20Sr. IllaNuestro sistema sanitario está preparado para hacer frente a esto
26-2-20Sr. Simón“no es necesario que la población utilice mascarillas«. Y añadía: «El uso de las mascarillas sí que puede ser interesante en los pacientes con sintomatología y eso las autoridades sanitarias lo indicarán. Pero no tiene ningún sentido que la población ahora mismo esté preocupada por si tiene o no tiene mascarillas en casa. Y no es una opinión nuestra a nivel nacional, es una opinión que ha expresado la de OMS que han expresado otros países. Las mascarillas tienen su utilidad, tienen su función y tienen su ámbito donde utilizar y donde cumplen su función. Por tanto, es importante que la población no asuma mecanismos de protección que pueden no tener sentido».
28-2-20Sr. SimónEspaña no está tomando ninguna medida de distanciamiento social. Ahora nada indica que el escenario vaya a cambiar y que haya que elevar aun segundo nivel, por ahora se mantiene como está
2-3-20Sr. SánchezEs la ciencia y el conocimiento y eso es lo que garantizan precisamente aquellos que están al frente, que nos informan y nos recomiendan sobre la forma de atajar esta enfermedad
5-3-20OMSEstamos preocupados porque en algunos países el nivel de compromiso político y las acciones no están a la altura de la amenaza a la que nos enfrentamos
7-3-20Sr. SimónCada uno tiene que expresar sus ideas como pueda, y si considera que tienen que ir a la manifestación (se refiere al 8M), pues que vaya

Pero el tema del debate sobre la falta de responsabilidad que ahora acontece, creo yo, no debe ser centrarlo solo en el conocimiento o no de información suficiente para haber tomado decisiones más tempranas para evitar los contagios.

Falta de responsabilidad, a mi juicio es nombrar como Ministro de Sanidad o asignar al Vicepresidente la responsabilidad de las residencias de mayores, a personas que tienen solo un componente político pero que no reúnen conocimientos profesionales para afrontar, ni siquiera, situaciones normales, cuando menos una pandemia.

Falta de responsabilidad es haber antepuesto los intereses políticos para celebrar el día internacional de la mujer antes que los intereses sanitarios. Porque el problema no fue solo esa manifestación, sino que para poder permitirla, no se prohibieron otras muchas concentraciones de muchas miles de personas (obras de teatro, conciertos, museos conferencias, partidos de futbol, bares y cafeterías,….), especialmente en Madrid y Barcelona donde después se han sufrido especialmente las consecuencias.

Falta de responsabilidad es que tampoco avanzaron en las labores de abastecimientos de material sanitario, por lo que finalmente no les quedó otra solución que llevar a cabo el confinamiento más duro posible con las consecuencias económicas que conlleva.

El resumen de toda esta falta de responsabilidad es que hemos tenido:

  • El confinamiento más duro de todo nuestro entorno
  • El mayor número de fallecidos
  • El mayor quebranto económico previsto

No han tenido la diligencia que correspondería a un buen padre de familia o de un ordenado empresario y creo que su actuación, de acuerdo con el Código Civil, queda sujeta a la indemnización de los daños y perjuicios en el cumplimiento de sus obligaciones.

No se si ha habido Dolo (que creo que también), pero desde luego si que ha habido negligencia y morosidad en sus actuaciones.

Pero a mi juicio, la mayor de todas las irresponsabilidades (al menos ética y moral) ha sido la de ignorar un elevado número de fallecidos para tapar sus vergüenzas, permitiendo que se vayan miles de personas en la más absoluta de las soledades y negando, a ellos y sus familiares, un reconocimiento posterior que pudiera servir de mínimo consuelo.

Parece mentira que un equipo que supo realizar uno de los mayores despliegues televisivos en la exhumación de Francisco Franco, y una publicidad sectaria y masiva con la “memoria histórica”, ahora trate de ocultar tan elevado número de víctimas.

Creo que están obligados a pagar por el daño causado y confío en que por parte de la ciudadanía en las urnas, cuando llegue el momento, y la Justicia, también cuando proceda, así se les exija.

José García Cortés

       11-6-20

NUESTRA RESPONSABILIDAD

A  estas alturas no creo que pueda ser sospechoso de no criticar las acciones del Gobierno cuando pienso que no son las acertadas, bien por acción, bien por omisión.

Pero en esta ocasión y tras escuchar a nuestro presidente del Gobierno y al Ministro de Sanidad, no puedo menos que darles la razón cuando se encuentran molestos con la actuación de parte de la ciudadanía en la salida del confinamiento.

Salvador Illa se enfadó también tras ver las imágenes del botellón de Tomelloso, en el que participaron cientos de jóvenes y, en relación con las manifestaciones, insiste en que el coronavirus aún circula y es necesario respetar las medidas de seguridad para evitar contagios, por lo que pide responsabilidad a quien se manifiesta.

Pedro Sánchez hizo una llamada a la responsabilidad de los ciudadanos y vino a decirnos que todo lo que estamos haciendo, con tanto sacrificio (con más o menos acierto, eso es harina de otro costal), puede irse al garete si no somos responsables y cumplimos las normas y recomendaciones en la “vuelta al cole”.

Resulta inaudito, pero no tengo más remedio que darles la razón a ambos.

Las democracias sanas necesitan ciudadanos responsables, y la responsabilidad comienza con un primer paso que es la decisión de pertenecer a un grupo, porque sencillamente vivimos en sociedad.

Obviamente cuando nacemos y somos pequeños es algo que nos viene impuesto, pero en el momento en el que tenemos conocimientos y edad para tomar nuestras propias decisiones, decidir vivir en una determinada sociedad sería el ejercicio de uno de nuestros primeros derechos.

Así, nos beneficiamos también de los otros derechos que nos aporta dicha sociedad, educación, sanidad, seguridad, justicia,..etc. Y, como contrapartida, asumimos una serie de obligaciones, entre otras el respeto a las normas y leyes de esa sociedad en la que hemos decidido vivir libremente.

Ya se que dependiendo del país del mundo que visitemos, el cumplimiento de las normas es más estricto o más laxo, pero aquí en España, tengo la impresión de que hablamos mucho de los derechos que nos asisten y no tanto de nuestras obligaciones.

Todas esas personas que, en botellones, manifestaciones con diferentes objetivos y convocantes, tomando una cerveza en una terraza o simplemente en sus paseos por las calles, que no cumplen con las recomendaciones/obligación de llevar mascarillas y respetar las distancias de seguridad, no solamente están poniendo en riesgo sus vidas sino que están comprometiendo la seguridad de otros ciudadanos.

Creo que todo el mundo entiende que se actúa mal cuando un conductor suicida se introduce en el carril contrario y sin embargo no entiende que está actuando mal cuando no observa las medidas de seguridad tras el confinamiento.

Estas personas, si enferman, pondrán sobre la mesa su derecho a que la sanidad ponga todos los recursos posibles a su disposición para salvarle la vida, y, si se queda sin empleo, también estarán en su derecho de que el Estado les de la cobertura necesaria a través de los diferentes mecanismos establecidos. Pero ¿dónde queda el cumplimiento de sus obligaciones en estos individuos.?

Es sano exigir a los demás el cumplimiento de sus obligaciones, comenzando por nuestros gobernantes, pero no estaremos legitimados si los ciudadanos no respetamos las normas que nos damos en la sociedad en la que vivimos. Y no vale siquiera pensar siquiera que su comportamiento es válido cuando solo ellos corran el riesgo, porque después, a la hora de la verdad, tendrán que ir los equipos de rescate (de la índole que sea) a por ellos con el consiguiente gasto y consumo de recursos en detrimento del resto de los ciudadanos.

La responsabilidad ciudadana significa respetar el derecho de los demás componentes de nuestra sociedad.

José García Cortés

       9-6-20

LA PERSONALIDAD DE UN DIRIGENTE

Acabo de terminar la lectura de Oscar Castillero, relativo a un personaje que comenzó su andadura política en un nivel pequeño de una formación política de la que llegó a ser, poco tiempo después, su máximo dirigente.

Posteriormente terminó fracasando porque no tenía los apoyos suficientes y escribió un libro donde recogía su ideología y espíritu de lucha.

Volvió por sus fueros y fue capaz de restituir su situación en el partido, y supo aprovechar las crisis y fisuras que se estaban produciendo en su país para alzarse con el poder.

Revalidó su mandado en las urnas posteriormente realizando promesas de conseguir mejorar significativas para su nación.

Impresiona el análisis de la trayectoria vital de este político y continúa siendo motivo de análisis las características de su personalidad, sus habilidades para conseguir el liderazgo y la manipulación a través del uso de la retórica.

Un perfil psicológico con una imperiosa necesidad de ser admirado que le lleva a desarrollar un proyecto vital dirigido a satisfacer esa insaciable necesidad.

No creo que existan pruebas de que se haya sometido a una evaluación psiquiátrica, por lo que su perfil psicológico se ha de determinar en base a sus discursos, sus actos y las ideas que ha transmitido.

Los análisis realizados sobre las características de su personalidad hablaban de esquizofrenia, neurosis e histeria, entre otros términos. 

Y aunque no existen pruebas irrefutables de lo anterior, se piensa que como mínimo habría consenso en considerarlo como un psicópata. Extremadamente frío e incapaz de establecer relaciones de apego, ya que siempre ve al otro como un instrumento para satisfacer sus propias necesidades.

Varios factores contaron a su favor para llegar al escenario donde más admiración puede despertar: un verbo florido, suficiente impostura para representar el correspondiente papel de líder, y, sobre todo, la falta de ética, de moral y el desprecio hacia los que no les sirven a sus intereses.

Como buen psicópata, no siente rubor ni mueve un solo músculo de la cara, cuando sus oponentes se atreven a recordarle las múltiples mentiras y contradicciones en que incurre.

La satisfacción narcisista que experimenta al ostentar un puesto que jamás pudo imaginar que alcanzaría, compensa con creces los reproches de la población, que considera un inconveniente menor.

Un Trastorno narcisista de la personalidad, que, junto a una permanente retórica y las suficientes dotes de actor para representar el correspondiente papel de líder carismático, consiguió a través de las urnas arrastrar a toda una nación tras él, para hundirla después en el más profundo de los abismos.

Obviamente, cualquier lector habrá deducido que hablamos de Adolf Hitler.

Cualquier parecido con algún otro personaje más reciente, es pura coincidencia.

José García Cortés

5-6-20

Referencias bibliográficas utilizadas por el autor O.C.:

Koepf, G. & Soyka, M. (2007) Hitler’s missing psychiatric file. European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience; 257(4).

Murray, H.A. (1943). Analysis of the personality of Adolf Hitler. With predictions of his future behavior and suggestions for dealing with him now and after Germany’s surrender.

Redlich, F. (1998). Hitler: Diagnosis of a Destructive Prophet. Oxford University Press.

Stewart, D. (2005) Inside the mind of Adolf Hitler. BBC.

LA GESTIÓN DE NUESTRO PRESIDENTE NO PARECE SENTIR VERGÜENZA

Vergüenza

1. f. Turbación del ánimo ocasionada por la conciencia de alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante.

2. f. Turbación del ánimo causada.

3. f. Estimación de la propia honra o dignidad.

4. …… 

Sinvergüenza

1. adj. Pícaro, bribón. U. t. c. s.

2. adj. Dicho de una persona: Que comete actos ilegales en provecho propio, o que incurre en inmoralidades. U. t. c. s.

3. f. Perú. Desfachatez, falta de vergüenza.

He vuelto a escuchar las nuevas declaraciones del presidente y la verdad es que oírlo no me puede generar más desagrado, porque es mucho ya lo que llueve sobre mojado.

No es que sea un hombre que nos ha mentido reiteradamente a todos antes de ser nombrado cuando anunció la ilegalización definitiva de cualquier referéndum, que no iba a pactar con Podemos o con el independentismo o el apoyo a las sentencias de los tribunales.

Es que desde que está en el poder no ha hecho nada más que zalagardas y ha ido tapando escándalo con nuevos escándalos.

Comienza con la formación del gobierno más voluminoso desde nuestra democracia sólo para dar cabida a tanto enredo como ha tenido que realizar para poder seguir en su sillón, y creando nuevos puestos en cada ministerio de complicado contenido, como el de la Dirección General de Diversidad Sexual y LGTBI (pero que, según la Ministra de Igualdad, responde «al clamor en las calles y al sentido común que la sociedad española ya ha asumido»).

Ha colocado al frente de la Fiscalía General del Estado a la hasta entonces ministra de Justicia, Dolores Delgado, en lo que parece una treta por controlar a unos fiscales que en los últimos meses se han mantenido firmes frente al desafío independentista.

El propio Sánchez sugirió que impulsará un cambio del Código Penal para rebajar las penas del delito de sedición. Nada de esto iba en el programa electoral con el que el PSOE se presentó a las elecciones del 10-N.

Nunca aclaró (tras innumerables versiones), la reunión clandestina del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, de madrugada y dentro de un avión.

Pero el problema, no es sólo lo que dice, sino también cuando guarda silencio sobre asuntos en los que, en un ejercicio normal de transparencia, debería intervenir. Con ello parece convertirse en cómplice silencioso.

Guarda el más absoluto silencio en el caso de corrupción más grande de la democracia española, los ERES. Y con ello no voy a justificar el “tu más” con lo de la Gurtel y otras corruptelas que son iguales de despreciables, los cometa quien los cometa.

Calla al ver que Bildu o la CUP atacan al Rey, cuando Rufián amenaza con que «si no hay mesa de Gobiernos, no habrá legislatura y cuando su Vicepresidente Pablo Iglesias celebra el día de la republica, avisa a los «togados reaccionarios» cuando no les dan la razón, o bien, manda abrazos y reconocimientos a los políticos presos por violar la ley.

Guarda silencio cuando el Tribunal de Cuentas encuentra un déficit de más de 9.000 millones en las cuentas públicas correspondientes a 2018.

Calla también antes las compras fallidas de material sanitario y las sospechas de corrupción con empresas “cercanas” al Ministerio de Sanidad.

El presidente tampoco sale a la palestra en el parlamento cuando se pidieron explicaciones al Ministro Grande-Marlaska por la crisis abierta en la Guardia Civil, y posteriormente, en lugar de aclarar las circunstancias, se limita a anunciar la subida de sueldo (último tramo) a la Guardia Civil, que por cierto, no había realizado en la anterior legislatura.

Ya en la comparecencia anterior, tuvimos que escuchar su declaración del luto nacional como “más grande de la historia española”, omitiendo, claro está, que es fruto de uno de los infames pactos para poder sacar una de las prórrogas del estado de alarma.

También me pareció lamentable el giro de timón sobre la vuelta a las vacaciones cuando, nuestro Gobierno, sin esperar a nuestros socios en la UE, había declarado unilateralmente la cuarentena para las visitas que recibamos.

Calla también antes los denigrantes pactos para la reforma laboral con Bildu para sacar adelante nuevas prórrogas, y con PNV o con ERC, profundizando en las desigualdades entre las Comunidades. Ya nadie cree que estos pactos tengan una finalidad sanitaria, sino la necesidad imperiosa de mantener la mayor cantidad de población controlada para que las calles no se les llenen de manifestantes.

Pese a todo lo actuado por este Ejecutivo de Sánchez e Iglesias, no son solo sus errores (que en algunos casos se podría achacar a falta de experiencia o situaciones excepcionales) sino su falta de pudor a la hora de afrontarlos o de incluso provocarlos.

Eso es, precisamente, lo más preocupante. No les da ninguna vergüenza. Van a lo suyo, dicen lo que quieren y no pasa absolutamente nada porque, al mismo tiempo, cuentan con un numeroso coro de palmeros que están dispuestos a tildar de peligroso facha a todo aquel que ose criticar a este bendito Gobierno.

En la última comparecencia me ha tocado mucho el sentimiento cuando se ha referido al ingreso mínimo vital y lo ha hecho apelando a los millones de hogares que se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. Sí, Sr. Sánchez, es exactamente el mismo número (o incluso algo más) de ciudadanos que estaban en esa situación cuando accedió al poder por primera vez hace dos años. Ya venía siendo avisado por la U.E. y el Banco de España, en uno de sus últimos artículos se lo ha recordado.

Y no por ello voy a estar en desacuerdo en que tenemos que ayudar a todas y cada una de las familias necesitadas. Hemos de hacerlo y hacerlo rápido, pero no nos lo venda como un logro social sin parangón.

También hemos escuchado el panegírico que hace del Ministro Illa o del Sr. Simón, de los que nadie discute sus capacidades de trabajo y buenos talantes demostrado, pero si de que, en sus respectivas responsabilidades, se haya reaccionado tarde, que se nos ha mentido con el suministro de los equipos sanitarios y, sobre todo, de tener el nivel de fallecidos más elevado del mundo si lo medimos por cada 100.000 habitantes.

Si la gestión de la crisis ha sido de “notable” (como se autoevalúa el Sr. Sánchez), no tiene sentido que el número de fallecidos se esté ocultado de forma interesada, en caso contrario, ha habido descontrol y descoordinación con las Comunidades Autónomas. No sé que es más lamentable.

Es cierto que ahora sólo llevamos cinco meses de legislatura (tres de ellos en estado de alerta por pandemia mundial), pero no es menos cierto que el Sr. Sánchez ya lleva dos años desde que accedió por primera vez al poder y en mi opinión, lejos de dar muestras de mayor madurez y sabiduría, sigue realizando actuaciones que más parecen favorecer a sus intereses que a cubrir las necesidades de todos los españoles.

Y una vez más quiero dejar constancia que no hago estas críticas porque no me guste el PSOE (si reconozco que el resto de compañeros de viaje no me caen muy bien), porque no lo son en absoluto contra el partido, sino contra las personas que no están ejerciendo bien la función que les ha sido encomendadas. Y lo mismo rezaría para las Comunidades Autónomas que están mal gobernadas y son de otra orientación política.

Cuando leía los acontecimientos de nuestros últimos siglos, en los que no han faltado guerras civiles, repúblicas fallidas, dictaduras, asonadas, golpes de estado y todo tipo de calamidades, donde las diferencias se saldaban con las pistolas y la liquidación del adversario, siempre lo achacaba a que teníamos una sociedad con unos elevados niveles de pobreza y de analfabetismo.

En los momentos actuales, en los que nuestros niveles de formación no tienen nada que ver con antaño, afortunadamente, y nuestras coberturas sociales (a pesar de todo) tampoco, seguimos atrapados por las rencillas del pasado y nuestro “pueblerinismo”, mientras el mundo cambia ante nuestros ojos sin que seamos capaces de avanzar.

Seguimos a las siglas de los partidos como si de una religión se tratara y sólo estamos de “acuerdo o en contra” a lo que nos dictan. Y de eso se aprovechan nuestros políticos, que hace tiempo que descubrieron que el enfrentamiento entre bandos es beneficioso para ellos y poco a poco nos han ido alejando del esfuerzo que todos realizamos para avanzar en la concordia.  

Y así, en este momento crucial de Europa y del mundo, España ofrece esta fragmentación desde posiciones que parecen irreconciliables en muchas ocasiones.

Un amigo mío me decía hace poco que hacer política hoy en día es fácil, porque sólo hay que ponerse la camiseta del partido y ya está. Estamos de acuerdo con todo lo que hagan y digan y estamos en contra del resto de siglas.

No puedo estar más de acuerdo. Yo pensaba que la universidad y toda la formación que hemos recibido en estos últimos 40 años nos habría hecho personas con criterio y más libres, pero veo que no, sólo nos han aportado conocimiento.

No me encuentro tan crítico porque haya una formación de gobierno de las siglas que no puedan ser las mías, entre otras cosas, porque no pertenezco a ninguna. Estoy crítico, como lo he estado durante toda mi vida, cuando me he encontrado con dirigentes (profesionales o políticos) que no han cumplido bien el mandato para el que han sido elegidos.

Esta acritud la hago extensiva no solo al Gobierno de la nación, sino a las Comunidades Autónomas y a los Municipios que tienen personas al frente que no están respondiendo adecuadamente a la confianza que les depositaron sus ciudadanos, sean del color que sean.

Si hoy estuviera gobernando los que llaman “de derechas” y estuviera viendo lo que estoy viendo, pueden asegurar que la crítica sería la misma porque todo sería igual de reprochable.  Ya lo hice en su momento.

Cualquier político, de izquierdas, derecha o centro debe venir a la política a servir a su pueblo, y cada persona, debe exigir que cumplan con sus promesas y demandar una gestión honesta y transparente.

José García Cortés

         31-5-20

¿ES LEGÍTIMO ESTE GOBIERNO?

Ya se que es “legal” que se pueda encargar la formación de gobierno a quien representa solo poco más de la cuarta parte de los escaños obtenidos.

También se que, gracias a nuestra Ley D’Hont, (que dudo que tenga sentido su vigencia en estos momentos) se puedan obtener 6 ó 7 escaños con poco más de 370.000 votos.

Y también sé que se pueden formar alianzas haciendo posible aquello de que “la política hace extraños compañeros de cama”.

Según la R.A.E.

MENTIR 

1. intr. Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa.

2. intr. Inducir a error. 

3. tr. Fingir, aparentar. 

4. tr. desus. Falsificar algo.

5. tr. desus. Faltar a lo prometido, quebrantar un pacto.

ENGAÑAR 

1. tr. Hacer creer a alguien que algo falso es verdadero.

2. tr. Seducir a alguien con halagos y mentiras.

FRAUDE

1. m. Acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra quien se comete.

2. m. Acto tendente a eludir una disposición legal en perjuicio del Estado o de terceros.

3. m. Der. Delito que comete el encargado de vigilar la ejecución de contratos públicos, o de algunos privados, confabulándose con la representación de los intereses opuestos.

Pero no me estoy refiriendo en estos momentos la visión legal del gobierno que tenemos desde un punto de vista electoral, sino desde el punto civil o incluso penal. De verdad que lamento profundamente no tener conocimientos jurídicos para argumentar mejor mi reflexión y dudas, pero aún corriendo el riesgo de que me caiga la del pulpo por parte de doctos conocedores del derecho, he preferido compartir:

  • Un contrato es un acuerdo legal, oral o escrito, manifestado en común entre dos o más personas…..
  • En nuestro ordenamiento jurídico, los contratos pueden ser verbales o escritos.
  • Entiendo que cuando un partido político se presenta a las elecciones, sus representantes están firmando un “contrato” en el que se compromete a llevar a cabo (al menos a intentarlo) su programa electoral (es la parte escrita) y a hacer, o no hacer, aquellos compromisos que asumen sus dirigentes públicamente (actos, radio, televisión,…)

En base a dichos compromisos, el elector toma su decisión y emite el voto que tendrá como resultado que a dicho partido, y sus listas, le correspondan un determinado número de escaños para que les representen.

En consecuencia, hay un acuerdo de voluntades, por el que el político asume una serie de compromisos de hacer o no hacer, y, a cambio, el votante, otorga su confianza a través del voto favorable.  Entiendo que por ambas partes se están creando obligaciones y se generan derechos.

En consecuencia, cuando un presidente del Gobierno que jura o promete la constitución (“cumplir con las obligaciones del cargo, con lealtad al Rey, así como guardar y hacer guardar la Constitución y mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros”) y ha sido propuesto en base a unos votos que se le han “cedido” en base a los compromisos públicamente asumidos, hace lo contrario a lo que ha prometido,  está, como mínimo cometiendo un acto civil ilícito ya que habrá conseguido un determinado número de escaños basado en maquinación, astucia o artificios. En definitiva, ha tenido un comportamiento engañoso.

  • «Ni antes ni después pactaré con el populismo»
  • «Si yo tengo en la Ejecutiva Federal de mi partido a un responsable político que crea una sociedad interpuesta para pagar la mitad de los impuestos que le toca pagar, está fuera»
  • «Aprobaré un nuevo Estatuto de los Trabajadores»
  • «Publicaré la lista de la amnistía fiscal»
  • «Aquellos que hoy ensalzan a Arnaldo Otegi y le llaman hombre de paz convendría que recordaran las palabras y la memoria de Ernest Lluch»
  • «España no se merece el cambio que me está proponiendo Podemos, con Iglesias como vicepresidente del Gobierno controlando el CNI y el apoyo de los independentistas»
  • «No podemos permitir que la gobernabilidad de España descanse en partidos independentistas».
  • «En Cataluña hubo claramente rebelión y, en consecuencia, deberían ser extraditados esos responsables políticos»
  • «Torra es el Le Pen español»
  • «Sería un presidente del Gobierno que no dormiría por la noche, junto con el 95% de ciudadanos de este país que tampoco dormirían tranquilos»
  • «Sería incapaz de pactar con el populismo que nos lleva a la Venezuela de cartilla de racionamiento».
  • «Vamos a incorporar en el Código Penal un nuevo delito para prohibir de una vez por todas la celebración de referéndum ilegales en Catalunya»
  • «me comprometo hoy y aquí a traer de vuelta a Puigdemón a España y que rinda cuentas ante la Justicia»

Si, como he dicho, con los conocimientos jurídicos justos para pasar el día (como dicen unos amigos míos) ya me estoy arriesgando mucho, voy a terminar de bordarlo diciendo que a lo mejor, no es solo un acto ilícito civilmente, sino que incluso se dan los elementos para considerarlo estafa, ya que:

  • Es un engaño  “precedente o concurrente” a la defraudación: Es decir, que lo primero que tiene que suceder para que haya un delito de estafa, es que una persona engañe a otra.
  • Es bastante para la consecución de los fines propuestos.
  • Provoca un error esencial en los ciudadanos
  • Hay un perjuicio para el elector
  • La intención de engañar es evidente con intención de obtener el respaldo del votante
  • Obtiene un enriquecimiento con su nombramiento y lo que lleva aparejado el cargo

Y hasta aquí mi reflexión y mis dudas como ciudadano no formado en leyes. Como dice el humorista:   AHÍ LO DEJO.

Desde luego, de lo que no tengo dudas es que NO LO ES desde un punto de vista ético, que es lo mínimo que se le puede pedir a un gobernante.

José García Cortés

       21-5-20

ALTRUISMO Y VIRUS

El 17 de marzo pasado, nuestro anfitrión, josehuntergarcía, publicó un artículo titulado “Supervivencia y altruismo. El sentido de la vida” donde comentaba mis ideas al respecto.  Del altruismo citó un resumen pero posiblemente el concepto no quedó claro, según se aprecia por alguna de sus conclusiones.

De otra parte, la pandemia que padecemos ha puesto de actualidad el tratar de saber si somos más o menos altruistas y sus causas y consecuencias, tanto individuales como colectivas. La cuestión es compleja ya que en toda la historia de las ideas existe una enorme confusión sobre lo que sea el altruismo, especialmente el humano. Por ello me ha parecido oportuno ampliar lo que escribió nuestro cazador sobre este concepto.

. El Diccionario de la Real Academia dice del altruismo: “Diligencia en procurar el bien ajeno aun a costa del propio”. Hay acepciones más restrictivas de otras fuentes que solamente consideran altruistas las acciones gratuitas o con costo para quien las hace.

En mi opinión es más oportuno utilizar el término en un concepto amplio que diga: es altruista cualquier acción u omisión que beneficie a otro u otros, cualquiera que sea su motivación. Parece que este concepto amplio está siendo ya el más usado en ecología.

Resumo a continuación algunas formas de altruismo:

. El ejemplo más típico es el altruismo instintivo de los himenópteros, en especial el de las hormigas. Lo ha popularizado Edward O. Wilson con el término eusocialidad.  Es un altruismo que hace que cada hormiguero se pueda considerar como un solo organismo del que cada hormiga es una parte solidaria. Con funciones predeterminadas que ejerce en beneficio del colectivo, incluso muriendo por ello.

Podríamos incluir en otro tipo de altruismo instintivo el de las madres – y algunos padres-  de muchas especies sociales que también procuran prioritariamente el bien de sus hijos, incluso arriesgando su propia vida: prácticamente todos los mamíferos y muchas aves, peces, reptiles,…

. Robert Trives popularizó el concepto de altruismo recíproco. Consiste en dar algo a cambio de algo, con pago inmediato o diferido. Aunque algunos autores consideran que esto no es altruismo y reservan el término altruismo para el gratuito y el oneroso, cada vez es más frecuente utilizar el término en sentido aún más amplio, como yo lo uso, ya que todas las formas de altruismo son retribuidas. Un ejemplo de altruismo recíproco es el despiojamiento mutuo de los chimpancés, que además, como todos los altruismos, mejora la convivencia grupal.

Dentro de este altruismo recíproco se pueden incluir las diferentes formas de cooperación para la consecución de comida, la caza, la defensa del grupo… Estas formas están muy estudiadas y son conocidas a través de los muchos reportajes sobre animales: monos recolectores, hienas y otros grupos cazadores, suricatas vigías,…

.El altruismo humano parece distinto. Incluye los anteriores, pero añade el amor puro, el altruismo que no espera recompensa material.  Como en otras especies sociales, el altruismo es retribuido con la estimación del grupo.  Pero parece propio del hombre la autosatisfacción moral por el bien hecho. El ejemplo mas usado es el de los misioneros y santos como la madre Teresa de Calcuta o el de médicos y sanitarios que arriesgan su vida atendiendo a enfermos contagiosos.

El altruismo siempre es grupal. Es decir, los individuos lo ejercen dentro del grupo o grupos a los que pertenecen: para su propio interés y para el del grupo. Los grupos más altruistas internamente son más fuertes que los menos altruistas y solidarios. Y dado que el altruismo coexiste con la competición y la lucha, los grupos más cohesionados suelen sobrevivir mejor y dominar a los menos altruistas internos.

El altruismo o cooperación entre grupos de la misma especie no existe o es poco frecuente.  Lo habitual en este nivel es la competencia y la lucha. El hombre ha sido la excepción parcial positiva: el altruismo intergrupal- voluntario o forzado- ha sido el elemento determinante para que nuestra joven especie haya llegado al dominio de la Tierra en unos pocos miles de años. Pasar de la manada o clan familiares a los enormes Estados actuales, ha sido posible gracias al ejercicio de algunas formas de altruismo amplio entre grupos diferentes que se han unido, de grado o por fuerza, o colaboran entre ellos.

 Y hasta que exista una ética universal operativa y una Autoridad mundial efectiva, es normal que siga habiendo guerras entre grupos y naciones, según las leyes, también perennes, de la competencia y la lucha.

. También existen diferentes tipos de altruismo según los sujetos. Es conocida la teoría de Dawkins sobre los genes egoístas, que haría que los organismos fuesen altruistas con los más cercanos. El altruismo también existe entre seres de distinta especie que cooperan entre sí.  Generalmente son altruismos recíprocos: peces limpiadores, aves que avisan de enemigos comunes, hormigas granjeras, animales domesticados…

. Hay autores que consideran una forma de altruismo el desdoblamiento de los seres unicelulares como las bacterias, que dan la mitad de sí mismas para que exista otra. Se pueden incluir en este tipo de altruismo todos los procesos de reproducción ya que los actos reproductores suponen dar algo de uno mismo a los descendientes. En el caso de muchas especies la reproducción incluye, además de los trabajos previos, el cuidado posterior de la prole, incluso por individuos que no son sus progenitores. Y existen casos de seres unicelulares que se sacrifican en grupo para evitar que el resto de su colonia se infecte y se extinga. 

Existen pues muchas clases de altruismo. Y parece claro que algunas de sus formas son imprescindibles para la supervivencia de los seres vivos. Hablemos ahora de los virus.

Como sabemos, los virus son seres pequeñísimos y aunque parece que son anteriores a LUCA, nuestro más antiguo antecesor, no fueron descubiertos hasta hace unos pocos años. En estos momentos se conocen unos 5.000 virus de los muchos miles o millones que se supone que existen.  Infectan a todo tipo de organismos: bacterias, plantas, hongos, animales. Y también a otros virus. Y se hallan en casi todos los ecosistemas de la Tierra.

Parece que los científicos no los consideran seres vivos por no tener una estructura celular mínima.  En mi idea hay una razón mayor para mantenerlos separados. Los virus comparten con los seres vivos el objetivo prioritario de supervivir y el imperativo vital de intentarlo, pero como hemos visto, los seres vivos son altruistas incluso los unicelulares.  Los virus no.  Los virus se reproducen a costa de la célula que los alberga sin dar ellos nada.  Y aunque no siempre, la mayoría de las veces la infección provoca la muerte de la célula que los alberga. Son el ejemplo máximo del egoísmo puro.  Y si el ser altruista, el dar algo que sea bueno para otro u otros es sinónimo de ser bueno, el no dar o el quitar, que es lo que el virus hace, sería lo malo, la maldad pura.

Sin embargo, ambas actitudes, dar y quitar, bondad y maldad, persiguen el mismo objetivo y son por tanto naturales y legítimas. Persiguen la supervivencia. En el caso de los seres vivos la pervivencia de la vida. En el caso de los virus, su propio pervivir, la pervivencia de una forma de existencia mínima y parásita.  Aunque desde el punto de vista de la evolución de otras especies parece que los virus fueron necesarios para que surgieran las primeras células, los primeros seres unicelulares. Y que colaboran en la transmisión de genes entre diferentes organismos para el desarrollo de nuevas. 

Hay más virus que seres vivos. Y tienen vocación de seguir existiendo utilizando para ello a las células vivas. El bien y el mal complementarios para que siga existiendo y se haga más compleja la vida.  Parece que gracias a ellos hemos podido existir nosotros, seres archi-complejos aún en fase de evolución primaria. Seres que estamos en la Edad de Hierro de nuestra especie según Edgar Morin. Pero seres cada vez más altruistas y mas capaces de ser altruistas puros: capaces de querer amar y de ser felices amando. 

Esperemos que nuestra especie sobreviva algunos cientos o miles de años más para que este altruismo creciente sea el único elemento que impere en las relaciones de una humanidad fraterna que se reconozca como tal.  Nos toca ahora a nosotros seguir intentándolo. Porque somos nosotros, los que estamos vivos, quienes ahora llevamos el testigo en esta carrera de relevos. 

José Corral Lope

      21-5-20

www.supervivenciayaltruismo.com

¿MASCARILLAS O MASCARADAS?

Que conste que aplaudo con las orejas la medida de hacer obligatorias las mascarillas para todos los lugares públicos, porque hasta ahora, todos los expertos que he escuchado (distintos de los funcionarios que aconsejan al Gobierno), TODOS, han coincidido en que las claves para mitigar la pandemia se basaban en la utilización generalizada de:

  • Higiene de manos
  • Distanciamiento social
  • Uso de mascarillas
  • Realización de test masivos

Lo que siempre me ha molestado es el embuste, el regate y el comportamiento del trilero en las personas. Actitudes que últimamente he tenido que ver y soportar más de lo que me gustaría.

26-2-20   D. Fernando Simón dice “ No es necesario  que la población use mascarillas. Las mascarillas pueden ser interesantes en pacientes con sintomatología”……Pero no tiene sentido que la población esté ahora preocupada por si tienen o no tienen mascarillas en casa, ninguno.

3-4-20 D. Fernando Simón, ha asegurado que tenemos que aprender de otras sociedades, como los japoneses, en la manera de afrontar epidemias de virus respiratorios, como la gripe. En este sentido, ha asegurado que “tenemos que aprender a utilizar los equipos de protección personal, a medida que empiecen a estar disponibles en grandes cantidades”……

28-4-20 El presentador de El Hormiguero, D. Pablo Motos, lanzó una dura crítica a Pedro Sánchez diciendo que el uso de la mascarilla debería ser obligatorio.

29-4-20 D. Fernando Simón indicó que no todo el mundo puede usar una mascarilla. Que por el momento descarta que el Ministerio de Sanidad obligue a utilizar de forma generalizada las mascarillas como mecanismo de prevención frente al Covid-19, aunque ha puntualizado que sí establecen una «fuerte recomendación» de su uso.

2-5-20 El presidente del Gobierno anunció que a partir del lunes 4 de mayo será obligatorio el uso de mascarilla en el transporte público y que para facilitar el cumplimiento se repartirán 6 millones de mascarillas en los nudos de conexión, 7 millones a la Federación Española de Municipios y Provincias y 1,5 millones entre organizaciones como Cáritas o la Cruz Roja.

8-5-20 El Simón, en respuesta a un periodista, afirmó que «el uso de las mascarillas FFP2 está indicado para personas sanas, las personas que tienen sintomatología debería utilizar las quirúrgicas. Por lo tanto, yo creo que es una buena medida».

14-5-20 El Ministerio de Consumo de Alberto Garzón emitió una nota diciendo que no recomendaban a la población general el uso de las mascarillas FFP2, repartidas por la Comunidad de Madrid

15-5-20 D. Fernando Simón asegura que las mascarillas FFP2 «no están recomendadas para población general». «Si las llevan, bien, pero no es una recomendación generalizada”.

17-5-20 La portavoz de Gobierno, María Jesús Montero, indicó que, dada la opinión unánime de las Comunidades Autónomas sobre la conveniencia de hacer uso obligatorio de las mascarillas en los lugares públicos, «el Ministerio de Sanidad regulará la medida en los próximos días».

20-5-20   Ahora sí,…………..

Porque uno no es desconfiado, porque si no, podría pensar que las mascarillas no se recomendaron porque el Gobierno no había sido capaz de abastecer a la población.

Porque uno no es desconfiado, porque si no, podría pensar que se criticaba la medida de la CCAA de Madrid de suministrar fpp2, sólo porque no está gobernada por afines.

Porque uno no es desconfiado, porque si no, podría pensar que el Sr. Simón comentaba que la OMS no recomendaba el uso mayoritario de mascarillas por parte de la población, pero omitía que siempre que ello pudiera desabastecer a los sanitarios.

Porque uno no es desconfiado ,porque si no, podría pensar que se recomendaban las mascarillas quirúrgica sólo a los contagiados. Claro, que no sabíamos quién estaba contagiado porque no se habían hechos test masivos.

Porque resulta que uno no es desconfiado, porque si no, al mirar los resultados (sabiendo que Bélgica sí contabiliza todos los fallecidos), uno podría pensar que nuestro Gobierno NO ha hecho bien ninguno de los deberes en las principales recomendaciones para evitar el desastre excepto el confinamiento total.

Y porque resulta que uno no es desconfiado, porque si no, podría pensar que tras la intentona de conseguir una prórroga del estado de alarma de un mes más, podría haber todavía alguna otra sorpresa, y no agradable precisamente.

Las mentiras no solo embarran el debate público, sino que pueden ser peligrosas para la salud.

La verdad es que mirando el curriculum de D. Fernando Simón, se le aprecia una alta preparación, experiencia y un buen prestigio en el mundo científico (infinitamente mejor que el Sr. Illa), pero supongo que ser portavoz y enfrentarse diariamente al drama de fallecidos que estamos viviendo, debe ser algo similar a caminar entre un campo de minas.

Dado su historial,  sinceramente no pienso que el Sr. Simón haya podido cometer errores de bulto, excepto del de haberse prestado a ser el cortafuegos perfecto para que los muertos no alcancen ni al presidente ni a su entorno, por aquello que debieron ver venir o por aquello que debieron haber hecho y no lo hicieron…. A tiempo.

Confío en que la “Rebequita” con la que suele salir sea realmente un chaleco blindado camuflado, porque se exigirán responsabilidades.

José García Cortés

      19-5-20

¿A CÓMO SE COTIZA NUESTRA SALUD?

Ahora que todos acariciamos volver a una cierta cotidianidad, máxime cuando vemos que, Austria, Alemania, Francia o Dinamarca empiezan a aflojar las medidas de confinamiento para empezar a instalarse en la ya conocida como “nueva normalidad”, uno mira más de cerca, si cabe, la decisión de nuestros dirigentes.

Yo suponía que esto de la “desescalada” tendría como base primordial los estudios epidemiológicos y los datos diarios de resultados que le llegan a los “expertos” y que, además, tendrían presente las recomendaciones de la OMS sobre los requisitos para levantar el confinamiento:

  1. Que la transmisión esté controlada.
  2. Que el sistema de salud tenga la capacidad de detectar, testear, aislar y tratar cada caso y rastrear contacto.
  3. Que los riesgos de brote se hayan minimizado en ubicaciones especiales, como centros de salud y residencias de mayores.
  4. Que haya medidas preventivas en los lugares de trabajo, las escuelas u otros lugares esenciales a los que la población tenga que ir.
  5. Que los riesgos de casos de importados se puedan manejar.
  6. Que las comunidades estén formadas, comprometidas y capacitadas con las nuevas medidas.

Pero cuando leo, veo y escucho que:

  • En unas Comunidades Autónomas, aparentemente cumpliendo los mismos criterios que otras, no se autoriza el pase de nivel sin que se expliquen bien las razones de la decisión.
  • El Presidente del Gobierno está sondeando la posibilidad de arrancar un aplazamiento de un mes del estado de alarma en lugar de cada 15 días, eludiendo el consiguiente debate parlamentario.
  • ERC está dispuesta a devolver su apoyo siempre y cuando se reanude la mesa de diálogo sobre el «conflicto» en Cataluña.
  • PNV obtiene un “desconfinamiento” a la carta a cambio de sus votos.
  • Cs anuncia que tienen que negociar antes de emitir su voto favorable a la prórroga del estado de alarma.
  • Se autoriza a una Comunidad Autónoma díscola pasar a nivel 0,5 (que yo personalmente considero un poco bajo, porque hubiera sido más justo un 0,68).
  • El Gobierno “promete” a las Comunidades la “cogobernanza” en la desescalada para prorrogar el estado de alarma.
  • …………

Empieza uno a pensar que los criterios técnicos tienen poco peso en las decisiones que se están adoptando y mucho los criterios políticos. Además, si se está dispuesto a “cogobernar” con las CCAA, ¿para qué queremos la prórroga del estado de alarma.?

Como afectado del Covid 19 creo que no soy sospechoso de banalizar los riesgos de este virus ni tampoco de no predicar, con quien puedo, acerca de las precauciones que debemos adoptar todos, pero ya llueve sobre mojado, puesto que se está utilizando el estado de alarma para gestionar otras cuestiones que no son estrictamente del ámbito sanitario y además ha habido incumplimientos y falseamientos de información de todos los colores (mascarillas, test, compras de material, criterios en el conteo de los fallecidos,…).

Si hemos llegado hasta aquí con los peores resultados del mundo en la gestión de la pandemia y lo que vemos en el momento de la desescalada es un permanente mercadeo entre los políticos de las diferentes formaciones, no es de extrañar que los ciudadanos desconfiemos de las verdaderas pretensiones para mantener el estado de alarma.

La prórroga solicitada no parece ya en estos momentos la mejor vía para gestionar la pandemia, sino más bien un nuevo intento de mantener los privilegios que el régimen ha encontrado en la gestión del miedo de la población.

Me pone de los nervios el nuevo lema que todos están utilizando ahora, como un latiguillo, “nosotros salvamos vidas”. Mejor deberían decir, “nosotros mercadeamos con las vidas” y lo están haciendo utilizando como coartada motivos sanitarios para que la mayoría de la gente acepte todo tipo de decisiones.

Comparto la opinión de Fernando del Pino en un artículo en el que indica que “la economía se parece más a un sistema biológico que a una máquina, por lo que la privación brutal de actividad puede asimilarse a la anoxia, la falta casi total de oxígeno que conduce rápidamente a un deterioro orgánico irreversible: con igual celeridad, el parón económico produce un daño permanente e irreparable”

Con la experiencia que ya tenemos creo que ya no es válido el deseo del Gobierno de imponer de modo absoluto la voluntad propia sobre los demás y debemos ir a una salida del confinamiento menos carcelaria, responsabilizando a la población con campañas masivas de información, al tiempo que se coordina (de verdad) con las CCAA de una adecuada gestión por zonas según afectación.

Centrar muy bien la atención en proteger realmente a los ciudadanos de mayor riesgo y dejar al resto que cumpla con su deseo y obligación de trabajar para minimizar el impacto económico. No se trata de elegir sanidad o economía, sino de encontrar un equilibrio porque sin salud no hay economía, pero sin dinero no hay salud.

Esto exige de todos nosotros una responsabilidad personal que debemos ejercer en beneficio nuestro y con genuino interés hacia los demás. Por tanto, nuestra solución personal debe estar alineada con la solución para todos.

En estos momentos yo ya no creo que realmente quieran salvar a los ciudadanos sino que lo pretenden es que los ciudadanos salven al Gobierno.

José García Cortés

       15-5-20

EL SILENCIO DE LOS CORDEROS

Confieso que siempre he sentido admiración por los periodistas, tanto los que cuentan las noticias por medio escrito como a través de las imágenes. Yo creo que son gente de una “pasta especial” y a todos los que conozco les caracteriza el amor por su profesión y una “búsqueda incansable” (de la noticia, de la imagen, del momento..), en muchos casos, en condiciones precarias.

Gracias al trabajo, al tesón y a veces, la vida, de los periodistas, hemos tenido cumplida información de terremotos, erupciones, tifones, incendios, emergencias sanitarias, atentados y guerras en cualquier rincón del mundo.

No voy a negar que existe una responsabilidad por parte de los Gobiernos de compatibilizar la libertad de expresión con los intereses nacionales cuando pueda haber riesgos de alarmas u otros peligros que han de mitigar.

Pero no se muy bien dónde está el límite. Tengo que confesar que me encuentro perplejo y disgustado, ya que estamos acostumbrados a tener profusa documentación e imágenes (muchas muy duras) de los diferentes desastres naturales, conflictos bélicos, de actos terroristas y las calamidades humanas que generan.

Y sin embargo, en esta ruina nacional que estamos viviendo, no doy crédito a que llevando una cifra oficial de 26.744 fallecidos (a 10 de mayo 2020), tengamos tan poca información e imágenes sobre nuestra tragedia. Porque supongo que tal número de muertos es una enorme tragedia, ¿no?.

Tampoco lo de los “otros muertos”, los que NO tenían la confirmación del Covid 19. Me da igual si se incluyen en las listas a los efectos de la pandemia o no, pero son ciudadanos que han fallecido y que se tienen en la más absoluta de las ignorancias (a ellos y a sus familiares). Es increíble, pero no sabemos ni el número ni se les ha manifestado la más mínima condolencia.

Tampoco se habla de las largas colas de personas que buscan alimentos que se ven en Caritas y otras instituciones benéficas, ni de lo apretado que empiezan a estar miles de autónomos a los que se les están acabando las reservas. Supongo que esto forma parte también de nuestra situación.

Por el contrario, mayoritariamente veo en los diferentes medios, programas de risa y divertimento, las fiestas que se hacen en los balcones, lo mucho que cantan y lo bien que se lo pasa la gente en el confinamiento. Es decir, una imagen lúdico/festiva que yo creo que no se corresponde con el sentir general de los ciudadanos.

No se informa, o se informa poco:

  • Sobre las reclamaciones de los sanitarios
  • De las caceroladas/protestas de muchos ciudadanos
  • En el portal de transparencia
  • Sobre la composición los expertos que nos están aconsejando
  • Acerca de las medidas que se están tomando (si hay alguna) sobre las personas en residencias de ancianos.
  • Sobre los test masivos a la población
  • El estado de las compras para las dotaciones sanitarias
  • ……..

La situación actual (y parece que no ha hecho más que empezar) se me antoja muy parecida a la época que vivimos del franquismo en cuanto al grado de censura que se está ejerciendo. En ocasiones abiertamente como las declaraciones de Alfonso Gómez de Celis (Vicepresidente primero del Congreso de los Diputados) ha solicitado «DESECHAR» a quienes denuncian los errores del Gobierno en la gestión de la crisis del coronavirus.

A lo mejor, a este Gobierno que tanto le gusta y utiliza tanto de los términos bélicos, se le puede ocurrir que las mejores personas para informar sobre nuestra situación sean los corresponsales de guerra, personas que, por cierto, ponen de manifiesto tantas veces su sensibilidad y empatía ante el sufrimiento humano.

Sí, quizás los corresponsales de guerra, que nos cuentan las noticias desde lugares remotos, pudieran conseguir una sociedad más informada. Aquí, en el suelo que pisamos.

Si algo no se cuenta, no existe. Y si no existe, no se puede solucionar. Si se consigue que dejen de ser molestos los periodistas (y se encuentra en un estado muy avanzado), conseguiremos una sociedad anestesiada que no sabe lo que está pasando y por tanto no reacciona.

Como ha manifestado tan rotundamente la veterana periodista Rosa María Artal, el drama y principal problema del periodismo actual es la falta de independencia de los profesionales, motivo por el cual su credibilidad está muy resentida.  Y no me estoy refiriendo a los individuos, que hacen de la desgracia su medio de vida y a los que se les conoce como “tertulianos” de profesión, sino a los de verdad, al periodismo independiente.

Nuestro país ha tenido y tiene grandes periodistas de todo tipo y muchos corresponsales, veteranos y jóvenes, que arriesgan o incluso pierden su vida por la libertad informativa.

Ardo en deseo que dejen de balar los corderos y rujan los leones.

José García Cortés

        11-5-20