CARTAS A LOS SERES HUMANOS

Teodosius Dobshansky, uno de los padres de la teoría sintética, en su libro Evolución cita el mapa de Wright en el que figuran “picos” y “valles” adaptativos. Dice que las cimas de los “picos” están ocupadas por la “élite” genética: aquellos genotipos que están mejor adaptados a los ambientes en que vive la especie. Los menos aptos perecen en los “valles adaptativos”.

Nuestra especie Homo Sapiens, como otras especies de primates sociales, sobrevivió durante muchos años de su historia formando pequeños grupos. La creación de grupos más amplios fue determinante para nuestro desarrollo: desde los clanes familiares a las tribus, ciudades, estados… Pasamos de los colectivos de 15 o 20 individuos a los de más de 1.400 millones actuales de la India o China. En cuanto al liderazgo, en las especies sociales puede ser genético, cultural o mixto, p. ej. leones, lobos, elefantes, primates.

En todo este proceso, el gobierno de nuestra especie ha sido y sigue siendo grupal como en las otras especies de primates. Y cada grupo ha estado y está dirigido por unas élites que buscan prioritariamente su propia supervivencia y bienestar. Y así hemos tenido un enorme éxito reproductivo y de bienestar global, pero con graves desequilibrios grupales y con serios problemas de convivencia, y de degradación del hábitat común que amenazan nuestra supervivencia.

Históricamente ha habido muchos intentos de ejercer una autoridad global con influencia en todo el mundo conocido: los faraones egipcios, los reyes persas, los emperadores chinos, el imperio romano, añorado por Edgar Morin (1)…  Y también se ha intentado establecer por diferentes doctrinas el concepto de una humanidad cosmopolita con una moral compartida: los estoicos, Kant, las religiones con tendencia ecuménica, el internacionalismo comunista…

Actualmente el liderazgo de nuestra especie es ejercido por las élites de los países integrados en el G.20 y por los líderes de las grandes corporaciones que están representados en el Foro Económico Mundial y en otros grupos internacionales.  Y se han creado, y crean, diferentes organismos globales: la ONU, el banco mundial, el Fondo Monetario Internacional, la OIT, la OMS…

Existen distintos grupos y movimientos que intentan resolver o mitigar los problemas globales más graves: el hábitat, el hambre, la pobreza, las guerras, las desigualdades…  La mayor atención está concentrada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 de la ONU. Y también colaboran otros movimientos sociales: religiones, ecologistas, ONGs, fundaciones, el largoplacismo y el altruismo eficaz…

Con todo ello, el liderazgo mundial, ejercido por grupos muy poderosos y con enormes capacidades técnicas, produce graves desequilibrios ya que, generalmente, buscan objetivos buenos pero parciales y grupales. Y no existe una base ética común que fundamente las normas de comportamiento de los distintos países y colectivos.

Por todo lo anterior, y aún con los riesgos que puede conllevar, parece necesario y urgente que exista una Autoridad, o Consejo Ético Mundial, que tenga como sujeto destinatario a toda la especie/humanidad, con un objetivo común prioritario y una base ética que sirva de fundamento para las normas de comportamiento universales y para las éticas parciales, grupales y contingentes, de los diferentes grupos y culturas (2).

Los distintos países, grupos y culturas pueden y deben seguir con sus normas, usos y criterios morales y legales en lo que no afecten negativamente a la supervivencia de la especie y al bienestar del resto de grupos. Más aún: por altruismo recíproco e interés propio, cada grupo debe intentar su bienestar y el de su entorno como medio para contribuir al objetivo común de supervivencia y bienestar de la especie/humanidad.   

Hasta ahora estamos siendo una especie más de seres vivos. Si se estableciera una Autoridad Mundial que tuviera explícito el objetivo de supervivir y con el altruismo amplio como estrategia principal, nuestra especie daría un gran paso hacia un nivel superior en el proceso evolutivo de la Vida.

José Corral Lope

     20-5-23

Un comentario en “CARTAS A LOS SERES HUMANOS

  1. Gracias José Corral
    Maravillosa reflexión que me lleva a distinguir entre la EVOLUCIÓN, muy condicionado por la genética, y el PROGRESO, basado en nuestra inteligencia.
    Como especie nos desmarcamos del resto hace ya mucho tiempo. El fuego, los metales, la revolución industrial, las nuevas tecnologías…
    Este artículo pone de manifiesto la necesidad de PROGRESAR en nuestro modelo de gobierno y dejar de seguir evolucionando hacia ninguna parte.

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