Creo que todos podemos entender que haya razones geoestratégicas, por más que nos duela, por las que un país o una organización apoye o deje de apoyar a otro país, Afganistán en este caso. Es lo que decidió la administración de EEUU cuando anunció el repliegue total de sus tropas en aquella zona.
Pero esta operación fue muy especial ya que se trató de una respuesta militar al 11-S, que contó con el aval de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y en la que la OTAN activó, por vez primera en la historia, el artículo 5 del Tratado fundacional, que consagra la respuesta colectiva: «Un ataque contra uno de los aliados, se considerará un ataque contra todos los aliados».
Aún comprendiendo, o tratando de comprender, las razones de que ese apoyo se termine, es difícil de entender que una organización, capaz de reconocer y abatir a un talibán con un dron que sobrevuela la zona a miles de metros de altura, no haya sido capaz de evacuar a los civiles antes de retirar sus tropas, dejando al paso equipamiento militar de primera categoría y altamente sofisticado.
Me han impresionado las imágenes de estos días y me a recordado el paralelismo con Vietnam y las imágenes de la Embajada norteamericana en Saigón. Pero, la dimensión de lo sucedido ahora es mucho mayor, no solo para Estados Unidos, sino también para la comunidad internacional, puesto que ha sido una derrota de Occidente.
Quiero imaginarme que la rápida rendición del ejército afgano (más de 300.000 soldados y más de 83.000 millones de dólares destinados a su equipamiento y entreno) a los 80.000 combatientes de la milicia talibán pudiera deberse a la falta de cobertura de la aviación de la OTAN a la que estaban acostumbrados en todas sus operaciones, pero resulta duro creer que esto no se había previsto mucho tiempo atrás.
Pero si esta situación me resulta difícil de comprender, mi entendimiento todavía no se ha repuesto de la rueda de prensa organizada por nuestro presidente del gobierno (tras varios días sin comparecer y sin suspender sus vacaciones ante la crisis como han hecho la mayoría de los mandatarios europeos), con la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel y el Representante de la U.E. para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en el campamento instalado en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) que funciona como puerto de llegada para los afganos evacuados desde Kabul.
Con tonos absolutamente triunfalistas, se plantaron los tres ante las cámaras para decir que la misión llevada a cabo durante los últimos 20 años se podía considerar como un éxito. Me pareció bochornoso y humillante.
No quiero ni imaginarme cómo se pudieron sentir los padres de los más de 3.500 soldados muertos (los nuestros y los del resto de la coalición) ante semejante despliegue triunfalismo marketiniano entre Pedro, Úrsula y Michel que se daban las gracias mutuamente por el ejemplo que ha supuesto nuestra actuación y la rapidez en “garantizar” la repatriación de personas a los estados miembros.
Seguramente hubiera sido más sensato y respetuoso, visitar el campamento de refugiados asumiendo que en 20 años no se ha podido terminar con los talibanes y dejar reconstruido el país. Hubiera resultado menos insultante para los ciudadanos reconocer que ha resultado una misión fallida, a pesar de que durante algunos años se haya podido ayudar a la población afgana (hospitales, carreteras, escuelas,…), ahora los hemos dejado sumidos en el caos y a manos de integristas talibanes.
Más respetuoso para los miles de caídos, tanto militares como civiles afganos, hubiera sido haber expresado un mínimo sentimiento de dolor e insatisfacción por no haber podido conseguir el objetivo tras invadir un país y enviar cientos de miles de hombres y de toneladas de bombas a terminar con el régimen talibán.
Pero la verdad es que en el fondo no se porqué me sorprendo. Aquí tenemos a Pedro Sánchez que ya nos había demostrado con la pandemia que nuestros muertos no le generan desasosiego alguno, y que bien podía aprender algo de la Canciller Merkel que se emociona ante sus caídos.
Y además de ese tal, Pedro Sánchez, tenemos a una Unión Europa que, en temas internacionales, mira permanentemente al tendido o se diluye como un azucarillo en conversaciones interminables para conseguir un consenso que nunca se alcanza. La talla política de los responsables de garantizar la seguridad de Occidente es totalmente nula. Afganistán se ha derrumbado ante unos líderes paralizados e incapaces de reaccionar.
Confiemos en que, finalmente, la repatriación del personal residente en la Embajada, de los españoles en Afganistán y el personal afgano colaborador SÍ pueda ser un éxito para consuelo, al menos, de los familiares de las víctimas. Rezo por ello.
José García Cortés
22-8-21
Querido Pepe, Me sumo a tus comentarios y te felicito por tu articulo. Como sabes, los ejércitos de las grandes potencias eligen escenarios reales para sus entrenamientos en combate, con las pruebas de materiales y armamento, logísticas y preparación de sus tropas. Ocurre en varios de los escenarios que conocemos en las ultimas décadas. El caso de Afganistan es uno de los ejemplos de países con una inestabilidad histórica en la que, como otros países de oriente medio, solo los dictadores mas terribles han sometido a las tribus en sus enfrentamientos. Ahora toca aprovechar las materias primas de esa región del planeta. La industria de la inteligencia artificial y los nuevos materiales exigen disponer de minerales y productos mas importantes que las poblaciones que malviven allí. En su nueva etapa, Afganistan tendrá la estabilidad necesaria para la explotación de la minería y la exportación de aquello que interesa a la industria de los países mas poderosos del mundo. El pacto alcanzado imagino que incluiría compensaciones económicas enormes. La Población también es importante…pero menos. Un abrazo
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Buenos días. Parece que no estás contento con la política internacional y con el comportamiento de nuestro presidente. Sólo mis ideas pueden salvar a nuestra humanidad, si es que tiene salvación. Y solamente el altruismo amplio puede mitigar sus desdichas. Naturalmente un altruismo eficaz.
Saludos cordiales desde Marbella __________________________________ José Corral Lope *www.supervivenciayaltruismo.org/es/ * *www.supervivenciayaltruismo.org/en/ *
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