Ya vienen los Reyes, por los arenales, Ya le traen al Niño, cuna y pañales,…. Este es el inicio del famoso villancico popular Ya vienen los Reyes Magos.
Igual sintonía podríamos entonar ahora cuando contamos por fin con el visto bueno del Ecofín para los primeros 9.000 millones que recibiremos antes de que finalice este mes de julio.
El Sr. Sánchez dejó pasar la oportunidad que supuso la pandemia para realizar unos pactos de estado que hubieran supuesto un menor sufrimiento para el país, y no me refiero solo a las muertes alcanzadas sino, también, a la parte económica.
No, se aferró a los pactos con terroristas, traidores y separatistas, lo que unido a su falta de experiencia en labores de gestión, como a la del equipo de titiriteros que formó, el resultado de la pandemia (que aún no ha finalizado) es que España ha sufrido el mayor desgarro de todos los países desarrollados, tanto en número de víctimas como en crisis económica.
Ahora, gracias a la desgracia del Covid, nos llega una riada de dinero que se supone que es, no solo para que nos recuperemos de la crisis sino para evolucionar nuestro país. Por tanto, ahora el Gobierno tiene dos misiones, la primera conseguir que ese dinero efectivamente se reparta, cosa que con los niveles de eficiencia demostrada por nuestra Administración, no parece cosa fácil (véase resultados con la tramitación de los ERTES y con el Ingreso Mínimo Vital), y, la segunda, es conseguir que ese dinero se invierta bien, es decir, en elementos productivos que de verdad cubran carencias estructurales y nos ayuden a avanzar en cuestiones esenciales para nuestro futuro.
Pero la verdad es que no tengo ninguna confianza en que esto suceda. Por supuesto, tanto dinero servirá para dinamizar la economía, obviamente, pero no así para mejorar en aspectos estructurales porque este presidente, NO tiene proyecto país alguno.
La verdad es que cuando uno se lee el Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia (hay que reconocer que tienen imaginación para poner títulos rimbombantes), la cosa pinta bien, incluso llegan a decir que el “Plan de Recuperación es un proyecto de país, que responde a las expectativas y aspiraciones de los ciudadanos españoles y requiere de la colaboración de todas las Administraciones públicas nacionales y europeas, de los agentes económicos y del conjunto de la sociedad”. Pues les habrán recibido alguna iluminación divina para que el plan responda a las expectativas de los ciudadanos, porque no lo han consensuado con nadie.
El problema es que ya nos han demostrado a todos que mienten como bellacos, nunca hacen lo que prometen, procuran mantener todo el nivel de opacidad posible y siempre llegan tarde. Como en la pandemia.
Para empezar, esta primera entrega, que forma parte de los 70.000 millones (que llega sin ninguna condicionalidad) se incorporará a las arcas públicas del país, en un momento en que las CCAA todavía siguen pendientes de mantener una reunión sectorial en la que se les aclare hacia qué proyectos van a ir destinados estos fondos europeos, máxime cuando está previsto en el reglamento de la Comisión que el 50% de los mismos debe ir a manos de las comunidades autónomas.
La falta de transparencia, de vehículos o de mecanismos para el reparto de los fondos está siendo una de las principales críticas sobre la gestión de estas ayudas, por parte de los partidos de la oposición y de los ciudadanos españoles, pero también por parte de los estados miembros por la falta de precisión de los proyectos españoles.
En este sentido, cabe señalar que, España solo ha presentado un “Perte”, el de automoción, pero quedan pendientes los de Salud, el del sector Agroalimentario y, los de sector Aeroespacial y el del Hidrógeno Verde y las Energías Renovables. Y, por si esto fuera poco, aún tenemos pendiente de enviar a Europa reformas laboral y de pensiones, dos reformas imprescindibles para la recepción de los fondos, y que deben estar en Bruselas a más tardar en diciembre de este año. Una más de improvisación.
Si un Presidente de Gobierno tuviera un proyecto país, tendría un PROYECTO EDUCATIVO, sólido, consensuado con la oposición y los principales actores educativos, y no lo que tenemos: fracaso escolar, abandono, mediocridad (en la que llevamos mucho tiempo instalados cómodamente). Solo sufrimos los enfrentamientos entre unos y otros o los vaivenes políticos, sin centrarnos en lo que verdaderamente importa, que son los alumnos, ya que ellos son nuestro futuro.
Si un Presidente de Gobierno tuviera un proyecto país, tendría un PROYECTO LABORAL, como el que, por cierto, nos viene exigiendo Bruselas desde hace tiempo, una reforma laboral “integral y ambiciosa”, que aporten flexibilidad a la contratación, prioridad a los convenios de empresa y que se ataque definitivamente la temporalidad y el paro juvenil. Además, en este apartado laboral, ¿Por qué no crece la productividad en España? ¿Estamos condenados a ser el furgón de cola, la anomalía europea?. Ambos temas, por cierto, exigidos por Bruselas desde hace tiempo.
Si un Presidente de Gobierno tuviera un proyecto país, tendría un PROYECTO JUDICIAL, diferente del de socavarlo (y si por él fuera, defenestrarlo). Así se manifiesta Bruselas sobre el Estado de derecho en España y que lejos de solucionarse, se están convirtiendo en “anomalías institucionales” vulnerables a la politización:
- Renovación del CGPJ
- “Independencia” de la Fiscalía, tanto el régimen de nombramiento y la duración del mandato del Fiscal General, así como el registro de las comunicaciones con el ministerio de Justicia.
- Lentitud de la justicia. Nos siguen aumentando la duración de los procedimientos judiciales en España.
Si un Presidente de Gobierno tuviera un proyecto país, tendría un MODELO TERRITORIAL, menos gordo y orondo, al que no se le viesen las costuras cada vez que vienen mal dadas y en el que los intereses territoriales converjan al bien común de nuestro país en un proyecto de convivencia. Exactamente al contrario, se agrandan las diferencias territoriales a cambio de sus votos para mantener el poder, aún a costa de la estabilidad política.
Si un Presidente de Gobierno tuviera un proyecto país, tendría una ESTRATEGIA CLARA EN LOS PROBLEMAS MEDIAMBIENTALES EN ESPAÑA y no la farfolla que nos presentan en sus proyectos verdes o en la España 2050. ¿se pueden abordar proyectos como la desertización, los planes hidrológicos, la contaminación atmosférica, las energías renovables,….., todas ellas medidas muy costosas y a muy largo plazo, sin un consenso con todas las fuerzas políticas?. Pues eso.
Cuando la lluvia cae sobre un terreno estéril, no surte los efectos beneficiosos de un buen riego. Y nosotros tenemos al frente a quien yo creo un psicópata que, con sus continuas mentiras, manipulaciones y argucias se mueve como pez en el agua en el caos. Por eso no le interesa un proyecto país, porque la desorganización y los entornos revueltos son sus medios para conseguir sus ambiciosos objetivos personales sin importarle (como buen psicópata) el dolor o el sufrimiento que sus acciones causan. Precisamente por eso cultiva permanentemente el “enfrentismo”.
Y lo peor de todo es que, como opina Robert Hare (más de 30 años tratando y estudiando psicópatas), la psicopatía no tiene curación ni remisión. Solo nos queda rezar y esperar de nuevo a las urnas, salvo algún milagro en el que algunos socialistas de bien ayuden en una moción de censura.
José García Cortés
15-7-21
Querido cazador:Me sigue maravillando tu capacidad de hacer docenas de cosas complejas: familiares, agrícolas, cinegéticas, amicales, domésticas, asistenciales, … y además escribir estos artículos. ¡¡ Chapeau !!
Un abrazo,
__________________________________ José Corral Lope *www.supervivenciayaltruismo.org/es/ * *www.supervivenciayaltruismo.org/en/ *
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Tengo un MAESTRO con mayúsculas.
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Cumbre Pepe!!
iPhone de Luis Miguel PFSGroup
> El 15 jul 2021, a las 19:10, Políticamente Incorrecto escribió: > > >
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