Vivo en un pueblo muy, muy grande, con una gran diversidad de personas, paisajes e, incluso, lenguas.
Mi pueblo está compuesto por 195 barrios, con tremendas desigualdades entre ellos. Los hay con una renta per cápita altísima y otros absolutamente miserables.
Me preocupa mucho que haya alcaldes de barrio que no gestionan bien sus barrios y permitan la pobreza y el sufrimiento de sus ciudadanos. Gobernantes locales que solo miran por su enriquecimiento personal a costa de la miseria y la hambruna de sus gobernados.
Pero aún me preocupa más que no haya voluntad entre los alcaldes para mejorar la situación de los más desfavorecidos. Los intereses de unos y el desdén de otros generan sufrimientos en una mayoría. Y digo esto sin pretender ser utópico pensando que todos podamos ser ricos y felices, pero sí creyendo que podríamos conseguir unos mínimos para una mayoría.
Muchos niños sin escolarizar y explotados, mucha discriminación e injusticias hacia las mujeres, escaso acceso al agua en muchos lugares de mi pueblo y condiciones sanitarias muy mejorables en muchos barrios.
También me preocupa mucho la situación ecológica de mi pueblo. Hay barrios que contaminan mucho y otros pocos. Hay una gestión deficiente en general de residuos y, hay también, en esto, una escasa coordinación entre los barrios que generan un deterioro que finalmente nos va a perjudicar a todos.
Esa misma falta de coordinación permite que tengamos barrios donde el crimen y la violencia sea una cuestión cotidiana, y lejos de utilizar a las diferentes policías de los barrios más ricos para solucionar los problemas, hay algunos que venden armas y atizan las ascuas del desencuentro entre los más pobres.
La población de mi pueblo no deja de crecer. Esto es un gran problema, porque al final los recursos son limitados y la necesidad de generar más y más alimentos cada día y la cantidad de residuos que generamos hacen que el deterioro del entorno vaya a un ritmo trepidante. Tanto que puede llegar a acabar con el pueblo entero.
Es cierto que en los últimos años veo algunos avances en esa coordinación necesaria entre los diferentes alcaldes de barrio, pero me parecen tibios para la dimensión generada y la urgencia que imprime el incesante crecimiento de la población. Cuando éramos pocos, había también injusticias y había deterioro de los recursos de los que disponíamos, pero eran tan grandes las reservas, que casi podíamos decir que se trataba “un lujo que nos podíamos permitir”.
Ahora el equilibrio es muy frágil y el tamaño de los “desaguisados” que organizamos ponen en riesgo nuestra propia supervivencia.
Tenemos que “ponernos para las cosas” (que dicen los canarios) y exigir de nuestros alcaldes esa coordinación en el gobierno del pueblo. Pero tenemos que empezar por nosotros mismos, especialmente aquellos que tenemos más medios, y aumentar nuestra visión global en la gestión del pueblo, velando más por la colectividad y algo menos por el individualismo.
Por cierto, mi pueblo tiene ahora cerca de 8.000 millones de habitantes y unos le llaman “El Mundo” y otros “La Tierra.
Cuidemos nuestro planeta y minoremos las injusticias.
José García Cortés
20-6-21
Hay algunos que hemos tenido muy mala suerte con el alcalde del barrio. Un abrazo.
*De:* Políticamente Incorrecto *Enviado el:* lunes, 21 de junio de 2021 13:15 *Para:* luismiguel@pfsgroup.es *Asunto:* [New post] MI PUEBLO
josehuntergarcia posted: » Vivo en un pueblo muy, muy grande, con una gran diversidad de personas, paisajes e, incluso, lenguas. Mi pueblo está compuesto por 195 barrios, con tremendas desigualdades entre ellos. Los hay con una renta per cápita altísima y otros absolutamente mi»
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😅 y que lo diga s
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Creo, querido Hunter, que no acabas de ver el problema. Llevamos más de 70 años intentando que el creciente número de habitantes del pueblo tengan un «mínimo». Y aunque no es claro cuál sea ese mínimo, hay ahora muchísimos más habitantes que entonces, (unos 8.000 millones frente a unos 2.500) que dispones de un. mínimo vital que les permite vivir ( malamente a unos 2.000). Pero proporcionar ese mínimo a muchos ha hecho que esté en peligro todo el vecindario.
Está bien dar mínimos a cuantos más mejor pero teniendo claro el objetivo: no autodestruirnos a corto ( por guerras de hambre) o a medio ( por destrucción del hábitat ( calentamiento, trasgénicos, herbicidas matainsectos, metano, ,,, Relee mi nota larga sobre presente y futuro humanos.
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Querido Hunter: Tengo que pedirte disculpas porque he sido demasiado rápido y tajante al opinar. Como otras veces, he querido poner lo óptimo antes que lo posible. He hecho una segunda lectura y me doy cuenta de que has tocado todos los problemas y has resaltado el objetivo básico: sobrevivir, aunque no hayas dicho de forma explícita que lo era. En cualquier caso es importante que quede claro de qué va esto. El no tenerlo en cuenta ha hecho que nos pasemos de frenada.
Y seguramente si no hay un Comité de Alcaldes o una Diputación General que dirija, o al menos evite que se hagan cosas perjudiciales al conjunto, cada alcalde, por honrado que sea, seguirá mirando por lo suyo. Por la cuenta que le tiene.
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Estoy de acuerdo con esta segunda nota, y me evitas que te conteste a la primera, porque en ningún momento he dicho que quiera defender a los pobres, como dice el Santo Padre, sino que habría que conseguir unos mínimos (reducir pobres).
Y si, intencionadamente no he sido más explícito porque es mi forma de transmitir y generar opinión, no de impartir doctrina.
Abrazo fuerte
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