El Gobierno de España, en uso de las facultades que le otorga el artículo 116.2 de la Constitución, puede declarar el estado de alarma en todo o parte del territorio nacional cuando se produzca una alteración grave de la normalidad (catástrofes naturales, crisis sanitarias, desabastecimiento de productos de primera necesidad, paralización de servicios públicos esenciales).
La primera vez, el Gobierno de Sánchez actuó desbordado, tarde y con torpeza en la primera aplicación del Estado de Alarma, pero con un entendimiento general sobre su uso.
No hacen falta las mascarillas, estamos preparados, tenemos los equipos suficientes, disponemos de un comité de expertos, ya estamos doblegando la curva, no hablamos de los muertos en España, los ancianos como si no existieran…… Durante esos meses las posiciones de los diferentes grupos políticos han sido de lo más variopintas (ahora si, ahora no y otras veces me abstengo) y el Gobierno descubre lo cómodo que se encuentra no teniendo que rendir cuentas en la Cámara y colando decretos a la sombra de los problemas de la pandemia.
Llega el verano pasado y nuestro señorito triunfalista declara haber vencido al virus y provoca una desescalada imprudente que da lugar a nuevas olas y de nuevo a los estados de alarma. El último, a pesar de haber prometido una Ley de Pandemias (que por cierto pide el Consejo de Estado, Sanitarios, Jueces,….), lo hace colocándose tras el burladero de una falsa “cogobernanza” y transmitiendo la responsabilidad a las CCAA».
Ahora ya no tenemos Estado de Alarma porque el gobierno dice que las CCAA tienen instrumentos sobrados para gerenciar la pandemia. ¿debemos entender que en estos últimos meses el Estado de Alarma fue innecesario?, porque los instrumentos eran los mismos que ahora, es decir, inmersión en el caos judicial.
Pero si todo esto resulta propio de una película de Paco Martínez Soria, después de más de 100.000 fallecidos, de toda la información que se ha vertido sobre la pandemia, su transmisión y sus consecuencias, anoche, miles de personas se lanzaron a las calles, muchas de ellas sin mascarillas y, por supuesto, ninguna manteniendo distancia de seguridad.
Estos mismos políticos que han estado dando palos de ciego durante más de un año y gestionando el caos sin conseguir la unidad de acción en nuestro país, son los que están de acuerdo de forma unánime, en un discurso políticamente correcto en España, de que, en la actualidad, los jóvenes conforman «la generación mejor preparada de nuestra historia».
Igual en los criterios de vacunación habría que haber puesto primero a los descerebrados, aunque claro, quedaría todavía más patente el déficit de vacunas.
Lo cierto entre los políticos por un lado y los gobernados que solo tienen como aspiración consumir alcohol como si no hubiera un mañana, son los que nos están generando, al colectivo de ciudadanos más sensatos y aburridos, un permanente estado de alarma.
Aunque siempre nos quedarán las películas de Paco Martínez Soria (del que tenemos mucho que aprender) y, como último recurso, la posibilidad de acudir a la Justicia como cuando tenemos un vecino molesto. Qué suerte la nuestra disponer de unos colectivos tan soberbios, que son los que nos tendrán que pagar las pensiones y generar el estado de bienestar en el que pasaremos nuestra vejez.
Faber est suae quisque fortunae
José García Cortes
9-5-21
Se te nota levemente enfadado con el Gobierno y algunos de sus gobernados, tal vez a la vez votantes de la coalición legisladora. Ten paz y sosiego. No hay mal que cien años dure,…. ni cuerpo (o incluso alma) que lo resista. Siempre nos quedará Madrit. ( Y Marbella)
Buenos días
__________________________________ José Corral Lope *www.supervivenciayaltruismo.org/es/ * *www.supervivenciayaltruismo.org/en/ *
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