Un amigo, al que quiero y admiro mucho, me dijo cuando empezamos la pandemia (y yo protestaba por alguna de las medidas del recién creado Gobierno): Pepe, yo creo que es el momento de cerrar filas y ayudar en lo que se pueda.
Hoy ya llevamos el tiempo suficiente para poder juzgar con mayor conocimiento de causa, porque son muchas las actuaciones que han realizado en la gestión de la pandemia (de lejos el mayor de los problemas sobrevenido) como en su gestión política.
Las últimas actuaciones en los pactos para sacar adelante su presupuesto y el comentario de nuestro querido Gobierno, raya el paroxismo cuando califica los votos de Bildu de «valientes y patriotas» tras su apoyo.
Debe ser que yo me he perdido el algún momento del camino, e incluso he tenido que acudir a consultar el diccionario por si tenía el concepto de patriota mal asentado en mi cabeza. Resulta que lo define como:
Persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien.
Estos sucesores de ETA, con un historial de más de 3.000 atentados, 864 muertos y más de 7.000 víctimas.
Estos sucesores de ETA, que junto con los Nacionalistas imponen una bandera y una lengua distinta de la española, que marginan e incluso generan violencia contra lo español, ahora resulta que son los patriotas.
Estos que abiertamente dicen tener como estrategia la de «tumbar el régimen en favor de las mayorías y los pueblos» y exigen la anexión de Navarra a una «república vasca confederal».
De los partidos catalanes nada nuevo hay que aportar, estos que ya han materializado su intento de sedición y por lo que se encuentran en prisión sus principales dirigentes. Estos también son patriotas.
Según el CIS, solo el 28% de los vascos apoya la autodeterminación, y según otra encuesta de La Vanguardia, solo un 30% de los catalanes quieren un referéndum sobre la independencia.
Estamos hablando de que el Sr. Sánchez gobierna dando satisfacción a un 0,7% de la población en el caso de los Vascos y a un 1,9% en el caso de los catalanes que tienen ambiciones de autodeterminación.
Obviamente esto se hace por el interés del principal apoyo que tiene el PSOE, nuestro querido Sr. Iglesias, que a pesar de ocupar el puesto de Vicepresidente Segundo, declara que «Las ideas del comunismo, tan malversadas hoy, siguen siendo esencialmente justas y permanecen porque su noble utopía está por encima de las equivocaciones de los hombres».
El PSOE ha dejado pasar la oportunidad de pactar fácilmente con la oposición al albur de la mayor crisis sanitaria y económica de este país, después de la guerra civil, y ha preferido pactar con secesionistas y con sucesores de asesinos porque son más fáciles de comprar (obviamente con cargo al erario público) y les da cuerda para más rato.
La ambición personal del Sr. Sánchez, al pactar con aquellos ni creen en el Estado español ni se sienten vinculados a las instituciones españolas, ha quebrado el pacto constitucional que consolidó nuestro sistema democrático y ha emprendido un peligrosísimo viaje a ninguna parte con unos compañeros de viaje que representan toda una amenaza para la estabilidad y la convivencia democráticas.
No se si los actuales votantes del PSOE se sienten lo suficientemente desconcertados y traicionados por el Sr. Sánchez, pero seguro que sí lo estarían los socialistas asesinados por no rendirse ante una banda de asesinos.
Si el presidente del Gobierno considera que de la mano de Bildu y los golpistas de ERC España avanza «hacia un futuro de progreso», su concepto de futuro y progreso está en las antípodas de esa España de libertad que muchos defendimos.
José García Cortés
4.12.20
Cuanto nos cuesta que él Sr Sanchez gobierne lo que quiere el Sr Iglesias?
Empezando por la destrucción del PSOE de la maltrecha economía y un sin fin de despropósitos.
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