¿NOS SALEN LOS POLÍTICOS POR LAS OREJAS? U.E., POR FAVOR, NECESITAMOS UNA INTERVENCIÓN (Primera Parte)

Uno de los temas que se trata recurrentemente en las últimas semanas es que en España sobran políticos y permanentemente aparecen informaciones al respecto, por ejemplo:

Podría haber más de 400.000 políticos en activo si se incluyen asesores y cargos de confianza.

Y se está afirmando que se podrían solucionar nuestros problemas económicos con el dinero que potencialmente se puede ahorrar con los sueldos de políticos. Yo tengo mis dudas.

Considero que para empezar a hablar del número de políticos y de su coste, lo primero que tendríamos que acordar es “qué es un político”, porque una cosa es referirnos a las personas que ostentan un cargo de representación pública y otra diferente es hablar del conjunto de personas que están cobrando del erario público, diferentes de pensionistas y dependientes o parados.

No digo que no sobren políticos (que sí que lo creo), pero el aspecto cuantitativo es sólo una parte del problema, es posible que consideraciones más cualitativas sean bastante más graves que el puro coste. Porque puede ocurrir que lo aparente sea que tenemos un elevado coste porque hay demasiados políticos, pero pienso que lo que realmente nos sucede es que tenemos un excesivo “coste político”.

En mi opinión, y dando por supuesto que estamos todos de acuerdo en que tenemos graves problemas en nuestras finanzas, hay que analizar diferentes cuestiones, aunque, están todas íntimamente ligadas, para llegar a entender la magnitud de nuestro “coste político”, no solo el salario de los políticos.

Como quiera que el tema es amplio, y para evitar mayores somnolencias de las habituales, lo he dividido en diferentes entregas para sucesivas siestas:

Los Políticos

El debate sobre los sueldos de los políticos es siempre polémico, y creo que no se puede mirar exclusivamente desde un punto de vista cuantitativo, sino que, además, hay que tener en cuenta otros factores que nos pueden aportar una idea más global que lo que es el puro coste:

  1. ¿Qué clase?, es decir, la calidad de los que tratan y acceden a puestos de gobierno
  2. ¿Cuántos? para poder valorar, si son muchos o pocos para nuestras necesidades
  3. ¿Cuánto?, es decir, qué coste real tienen para las arcas públicas

Porque, dependiendo de las respuestas a estas preguntas, las conclusiones que obtengamos pueden ser diferentes.

  1. Políticos (qué clase)

Alguien me comentaba que los políticos actuales están mejor preparados que la mayoría de hace 40 años. Faltaría más, la sociedad española en su conjunto está mejor formada que antaño, afortunadamente, pero un alto nivel de estudios no garantiza necesariamente que conozcan ni sirvan mejor a la sociedad que representan, hasta es posible que estén enmascarando las carencias de quienes no han hecho otra cosa que militar en sus partidos desde la adolescencia.

Esa es una de las grandes diferencias respecto a nuestros primeros políticos en democracia, ya que éstos eran profesionales que trabajaban en el tejido social existente entonces, ejerciendo como profesores, abogados, ingenieros, maestros, etc. No habían tenido una actividad política, pero cuando accedieron a sus puestos de responsabilidad, ya habían demostrado quiénes eran en la sociedad.

Ahora es al revés, de forma bastante generalizada, y esto provoca que los políticos sean mediocres, en el sentido de que nadie destaca, y donde la política y las ideas se imponen a la capacidad de gestionar problemas, lo cual genera que la ciudadanía tenga/tengamos una opinión muy negativa de ellos. En los últimos años es uno de los principales problemas para los españoles, según el CIS.

En consecuencia, lo que tenemos es una gran parte de la clase política que no tiene un perfil profesional más allá del cobijo en sus respectivos partidos, los cuales se han convertido más en agencias de colocación que en plataformas impulsoras de las ideologías y del buen gobierno de la sociedad que los ha elegido.

A diferencia con lo que ocurre en otros países europeos, donde ser parlamentario es un prestigio, en España es un medio que abre la puerta para optar luego a muchos cargos discrecionales. Y el desprestigio y el crecimiento de los mediocres (como patógenos virales), genera el surgimiento de populismos.

Pero todavía hay algo peor que lo anterior, y que hora que estamos sufriendo esta terrible pandemia, lo llamaré INFECTIVIDAD, es decir la capacidad del agente de instalarse y multiplicarse en los tejidos (sociales y económicos). Comienzan con una dosis infectante mínima, y terminan acabando en ocasiones con la vida del paciente, como ocurrió con la gestión politizada de las Cajas de Ahorros y que nuestros “infectivos” han querido siempre imputar a “La Banca”.

La “infectividad” que insaciablemente demuestra nuestra clase política, tal y como actúa carcoma (de rápido crecimiento), han ido “influyendo” y ocupando puestos en todos los sectores económicos y en todos los organismos posibles, incluso hasta el último baluarte actual, la Administración de Justicia. No hay sector donde no hayan puesto sus fauces y tarde o temprano, incluso los más resistentes terminaremos sucumbiendo.

En este país se permite que los políticos mientan sobre su curriculum, sobre su patrimonio, se permite que incumplan sus programas electorales, se les permite mover intereses a su antojo, obtener favores, contratos, puestos y otras prebendas, usar y abusar de los recursos públicos…. y, generalmente no suelen tener consecuencias.

Luego, sentimos envidia de los países en los que dimite un ministro por copiar una tesis doctoral, pero es que en esa sociedad copiar es intolerable.  A ver si resulta que todos tenemos responsabilidad en el descrédito de las instituciones”. Es obvio que no tenemos cultura de rendición de cuentas.

Lo siento, pero en este primer apartado, parece que la evaluación de nuestros políticos me sale un poco chunga.

2. Políticos (cuántos)

Tenemos 350 Parlamentarios, 266 Senadores, 1.248 Diputados Autonómicos, 8.131 Alcaldes, 67.515 Concejales (de los que solo unos 12.000 tienen sueldo), 1.050 Diputados en las Diputaciones,….. si hablamos de los políticos que tienen representación en las elecciones y la pregunta del millón es:

¿Se podrían realizar las funciones que tienen encomendadas con menos personas?

Empezando por los Parlamentarios y Senadores, si hacemos un comparativo con algunos países de nuestra U.E., vemos que de tener una ratio de representantes x habitantes como el de Alemania, podríamos reducir en torno a un 30/35% el número actual y seguramente no se resentiría nada, absolutamente nada, la representación de los ciudadanos.

Si nos vamos a las Comunidades Autónomas, el mapa que nos encontramos es muy heterogéneo (como en todo lo demás cuando hablamos de las CCAA), con un número de representante por habitante que se mueve entre los 77.491 de Andalucía, a los 9.530 de La Rioja (si hacemos excepción de la singularidad de las ciudades autónomas). Que ya tiene narices la cosa.

Si igualáramos el número de diputados, con la ratio representantes x habitantes de Andalucía, vemos que el número podría perfectamente reducirse a la mitad.

Si nos vamos a las administraciones locales, y aunque es cierto que solo unos 12.000 concejales tienen retribución y cobran sueldo de la administración, no es menos cierto que en muchas se cobran dietas por asistencia a plenos y se cubren gastos de representación, lo cual puede suponer un gasto anual que se me antoja de muchos millones de euros.

Aquí nos tenemos que preguntar lo mismo: ¿Pero de verdad necesitamos tener un gallinero tan enorme para gestionar las Administraciones Locales?.

Pero si hay más de 45.000 para poblaciones inferiores a 5.000 habitantes ¿de verdad que no podríamos ir a un modelo donde agrupemos y demos un adecuado servicio?.

Pues parece que en este segundo apartado la evaluación tampoco sale muy bien para nuestros queridos políticos.

3. Políticos (cuánto)

Los diputados y los senadores reciben una asignación mensual (sueldo base) de 2.981,86 y 3.050,66 euros, respectivamente, a lo que se suman complementos según la tarea que desempeñan en la Cámara (portavocías o puestos de mesa). Pero también tienen derecho a «las ayudas, franquicias e indemnizaciones por gastos que sean indispensables para el cumplimiento de su función».

Ahí se incluye una indemnización mensual para «afrontar los gastos que les origine la actividad de la Cámara», que no tributa a Hacienda y que cobran hasta los miembros del Gobierno que tienen escaño. Se trata de 917,03 euros para los diputados electos por Madrid y de 1.921,20 euros para los del resto de circunscripciones, cantidades que en el Senado se elevan a 933,78 para los once de Madrid y 1.958,02 euros para los demás. En total, cada mes el Congreso dedica a estas dietas un total de 635.265,71 euros y el Senado otros 505.650,64 euros.

Qué curioso, con esta forma de retribuir, parece menos polémico hablar de un sueldo de 2.900… que luego, en la realidad, se convierte en 5.000/6.000 euros sin que nadie se entere.

Además de ese sueldo, sobre el que de momento no me atrevo a opinar si es mucho o poco, habría que añadir que sus señorías suelen gozar de unas vacaciones que pueden superan a las de un escolar. Semana Santa de 18 días, navidades de más de mes y medio y un verano como el de un párvulo estudiante. Esto, además de todos los plenos que se suelen “fumar”. Algunas veces la imagen del Parlamento o Senado se parece mucho a las que ha habido ahora con la pandemia del coronavirus.

En los parlamentos autonómicos (sin tener en cuenta Cabildos ni Diputaciones Forales), qué raro, el despelote que observo es como en el resto de cosas.

Los presupuestos de 2019 de las Comunidades Autónomas, son de casi 193 millones de euros. Dicha cifra, si la relacionamos con la población de cada uno, nos hace ver cosas curiosas, como por ejemplo que los navarros tienen un coste por habitante un 14% más que la media o el 6% de los vascos o el 5% de los extremeños. Cosas veredes amigo Sancho.

Y si tenemos curiosidad de ver el salario que cada comunidad paga a sus funcionarios, nos encontraríamos cómo, para la misma categoría, Navarra, Cataluña y País Vasco pagan a sus funcionarios entre un 17 y un 26% más que la media del resto de comunidades. Parece que el regionalismo sale rentable.

Respecto a las Corporaciones Locales, la última información que he encontrado publicada por el Gobierno es la relativa a las retribuciones de los Alcaldes (salario más primas de asistencia) de 2017 y tras consultar los 4.000 primeros de la lista, el salario de aquellos que prestan sus servicios en exclusiva o de forma parcial, suponían un total de 83 millones de Euros. Cierto es, y expreso mis simpatías por ellos, que hay muchos alcaldes y concejales, sobre todo en lugares pequeños, que no cobran nada y dedican un tiempo de sus vidas muy valioso después de sus jornadas laborales.

Si tuviera que hacer un resumen de esta primera parte diría que, desde el respeto y reconocimiento al colectivo de políticos serios y honestos, que los hay, en mi opinión:

  1. SI, nos sobran muchos políticos (seguro que el 100% de los “infectivos”) y claramente se puede racionalizar su número. Seguramente con la mitad, o menos, tendríamos más que suficiente.
  2. He escuchado de los propios políticos que el gasto en salarios p´blicos de España se encuentra en la media del conjunto de la eurozona, con cuya afirmación no puedo estar de acuerdo en absoluto ya que nuestro país está situado a la cola de Europa en recaudación, de modo que dedicamos, proporcionalmente, mucho mayor esfuerzo por parte de nuestros recursos públicos a pagar nóminas.
  3. Si me venden un burro que no necesito para nada, por barato que me lo vendan me sale carísimo y, además, le tengo que dar de comer cada día. Pues lo mismo pienso de una gran parte de la clase política que tenemos (los «infectivos») que, solo piensan en hacer las cosas necesarias para permitir mantenerse a la organización que les da de comer y no las que necesitan sus administrados.

Incluso, aunque no cobraran, estorbarían.

No, la política de aspirar a reducir el salario de los políticos suele producir lo que podemos denominar “selección inversa”, es decir, ante la falta de incentivos, la gente mejor preparada y con más posibilidades de tener una carrera exitosa no opta por la política ya que su reconocimiento (económico y social) es muy bajo en nuestro país.

El deterioro de la imagen de la política aleja el talento. Y sin talento se nutre la mediocridad que desprestigia la política. Y así podríamos entrar en un bucle infinito.

Entre tanto, muchos profesionales que podían ayudar a mejorar el país no dan un paso adelante porque no ven que las instituciones resulten atractivas. “Es un problema más grave de lo que parece.

Creo que, en estos momentos, ni bajar ni subir los sueldos arreglaría el problema. Ayudaría mucho más acabar con las listas cerradas (un político no está ahí porque le hayan votado a él sino porque han votado al partido), estableciendo unos criterios de selección (exigencia de unos mínimos de experiencia profesional y educativos) y, eliminando de una vez los “dedazos” del político de turno (de lo que hablaremos en la siguiente entrega).

Para resistir la mediocridad, la única salida es que la ciudadanía mantenga una actitud crítica, no hacia las ideologías, sino hacia los malos gestores.

José García Cortés

       3-5-20

6 comentarios sobre “¿NOS SALEN LOS POLÍTICOS POR LAS OREJAS? U.E., POR FAVOR, NECESITAMOS UNA INTERVENCIÓN (Primera Parte)

  1. Muy buena compañero. Un abrazo.

    *De:* Políticamente Incorrecto *Enviado el:* sábado, 2 de mayo de 2020 22:40 *Para:* luismiguel@pfsgroup.es *Asunto:* [New post] ¿NOS SALEN LOS POLÍTICOS POR LAS OREJAS? U.E., POR FAVOR, NECESITAMOS UNA INTERVENCIÓN (Primera Parte)

    josehuntergarcia posted: » Uno de los temas que se trata recurrentemente en las últimas semanas es que en España sobran políticos y permanentemente aparecen informaciones al respecto, por ejemplo: Podría haber más de 400.000 políticos en activo si se incluyen asesores y cargos «

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  2. Pepe la verdad es que viven del cuento, yo creo que para solucionar esta lacra debemos de pasar por una intervención, es decir, asistencia de necesidades financieras , ajuste y control del gasto.
    En este caso son todos, así lo veo yo.
    Un abrazo

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