He visto varias veces los videos grabados en la sede del PSOE cuando terminó el escrutinio de los votos en las últimas elecciones y no deja de sorprenderme la alegría reinante en el partido y los bailes de peonza de la mayoría de sus dirigentes, en particular el del ministro en funciones de cultura y deportes, muy bailongo él/ella/ello.
¿cómo se puede estar tan contentos cuando se han perdido unas elecciones? Y, además, después de haber perdido también las territoriales.
Solo me cabe una explicación que, sin poderlo remediar, me recordó lo que se ha venido llamando la edad de oro de la piratería que, más o menos, duró desde 1620 hasta 1730 y cubre tres surgimientos separados:
- El periodo de los bucaneros, entre 1620 y 1683, caracterizado por marineros anglo-franceses establecidos en Jamaica y la Isla de la Tortuga atacando colonias españolas y navegando en el Caribe y el este del Pacífico;
- La Ronda del pirata de 1690, asociada con viajes de larga distancia desde Bermuda y América para robar a objetivos musulmanes e hindúes en el océano Índico y el Mar Rojo.
- El periodo post-Guerra de Sucesión Española, entre 1714 a 1726, cuando marineros anglo-americanos y corsarios desempleados después de la Guerra de Sucesión Española se convirtieron en masa a la piratería en el Caribe, la zona marítima del este de América, las costas Africanas del Oeste y el océano Índico.
En ningún otro momento de la historia el negocio de la piratería (que se dedicaba a asaltar y robar las posesiones españolas en América) prosperó tanto como lo hizo durante el siglo diecisiete y la primera mitad del dieciocho.
Pero…., pensaba yo, hablamos de piratas, que solían limitar sus actividades al mar, o hablamos de bucaneros, los cuales no desdeñaban las actividades en tierra firme ni dedicarse al pillaje.
Aunque en ocasiones el relato nos lo presenten como borrachos y cantarines, este tipo de persona eran fieros ladrones y puros delincuentes que pasaban gran parte de su tiempo planeando cómo iban a apoderarse de los tesoros de los demás.
Yo no sé cómo calificarían la situación actual por parte de los historiadores, pero sería algo así como “Piratería Moderna” , en la que el bucanero capitán Sánchez consigue pactar con los piratas, corsarios y filibusteros para conseguir un nuevo botín.
Hay otro que ha ganado las elecciones, pero el destino ha querido que un acuerdo entre estos delincuentes permita que continúen robando los tesoros de los españoles y desmembrando sus territorios.
Asaltan las haciendas y las conciencias, roban e imponen tributos injustificados, algunos matan (o han matado) y deciden los destinos de millones de personas en función de intereses partidistas sin importarles el bienestar o el sufrimiento de los pueblos, solamente con la interpretación que hacen de unas papeletas de personas que delegaron sus deseos de forma bienintencionada.
Así, Narcisos y Begoños, desviados viciosos del gobierno, palanganeros separatistas, asesinos de cuello blanco, mamporreros del partido y dislocados mentales, todos juntos en un proyecto que nombran como “progresita” (manda cojones), afilan sus dagas y alfajes, cargan sus mosquetes y pistolas para abordar, por segunda vez, la nave del parlamento.
Me imagino escenas de película negra en la que, en un local cargado de humo y alcohol, de prostitutas/os/es, un puñado de delincuentes de todo tipo, de diferentes linajes y objetivos, bajo el lema de “mandar y robar”, deciden cómo y cuándo asaltar a las pobres familias que generan los euros que ellos se han de llevar.
La decisión popular no los ha elegido mayoritariamente, pero los intereses espurios de los delincuentes consiguen que los piratas modernos ganen.
No hay derecho, al menos los piratas de la edad de oro se jugaban la vida y estos no se juegan nada que no sea nuestro.
José García Cortés
5-8-23
? De dónde sacas tiempo para tantas cosas? Muy original tu nota. ✌️
Me gustaMe gusta
Muy certero este artículo. Un gusto leerlo.
Me gustaMe gusta