¿SE PUEDE AÑORAR LA REPÚBLICA?

Cuanto más leo, más me cuesta entender a aquellos que añoran “el Republicanismo”, y no estoy distinguiendo entre la primera (de dudosa legalidad) y la segunda, pero reconociendo que ambas intentaban solucionar un problema histórico y particularísimo del pueblo español: Sus grandes desigualdades, bruscas y prolongadas a lo largo de los siglos.

 La “revolución” que supuso la República, de eso no tengo ninguna duda, y además aplaudo, quería, a su manera, evolucionar un país cuya economía y cuyo sistema político respondía todavía a viejos principios del feudalismo, hacia un país moderno, progresista y abierto a las grandes innovaciones que se estaban produciendo en el mundo en aquella época. Todos querían destruir los cimientos del feudalismo que todavía existía en España.

Y en el fondo, creo que en realidad fue un “alzamiento” de un pueblo harto de hambrunas, analfabetismo, discriminaciones y miserias de todo tipo.

Y es que, para el hombre de la calle, y sobre todo los del campo, la República era algo más que el cambio de una bandera por otra. Significaba el fin de la era feudal de España, era la solución para acabar con la hegemonía de la Iglesia, el Ejército, la Corona y la Oligarquía sobre el resto de los españoles, pero, sobre todo, del hambre, la precariedad sanitaria, ausencia de formación y de derechos en general. Era, sencillamente, su vida.

Confieso que, si yo hubiera tenido la edad adecuada en esas fechas, sería abiertamente republicano y hubiera peleado por las injusticias y por mejorar la situación de la inmensa mayoría de los españoles.

Pero, como en las empresas y en otros órdenes de la vida, en la política todo depende del equipo gestor que te toque en suerte. Yo creo que nadie puede poner en duda las buenas intenciones de los políticos que accedieron al poder cuando Alfonso XIII salió de España, ni tampoco de su preparación intelectual y su calidad humana, muy superiores a los que tenemos ahora (en mi opinión), pero no eran las adecuadas para abordar tareas que suponían una transformación total de la sociedad.

Las crónicas nos dicen que, en los cinco años escasos de República, desfilaron por los sillones de los gabinetes ministeriales nada menos que 160 personas, entre presidentes y ministros:

Parece lógico que cualquier gobierno haga cambios en sus equipos, pero lo que sucedió en la república pudo, perfectamente, batir el record mundial de los cambios ministeriales y las crisis políticas. Tanto, como 32 personas por año, lo que nos da idea de la inestabilidad permanente de los gestores en aquella época.

En la mayoría de los textos que he leído se echa las culpas del fracaso del republicanismo al fascismo, lo cual tiene algo de cierto en la segunda república, ya que el alzamiento militar cercenó las posibilidades de arreglar las cosas. Pero quizás este argumento pueda ser el recurso fácil, porque cabe la posibilidad de que el verdadero enemigo fuera su propio sistema (como ocurre ahora).

Es posible que el republicanismo fracasara, a mi entender, por dos razones a cual más poderosas:

La primera porque se quería inspirar en otras democracias más avanzadas sin tener en cuenta que estaban muy lejos de ellas e intentaban levantar un edificio sobre unos cimientos débiles y claramente reaccionarios. Además de lentos, fueron radicales en sus cambios y no consiguieron neutralizar a aquellas personas que podían ejercer el poder de provocar las iras de la multitud, lo cual generaba violencia en las calles y desasosiego. 

Antes de las elecciones del 16-2-36, ya se producían con frecuencia huelgas, tumultos, declaraciones independentistas por doquier y muertos, muchos muertos (de ambos bandos), que, en ocasiones, necesitaban del concurso del ejército. Pero el problema es que éstos continuaron después de las elecciones del 36, basten algunos ejemplos, solo de los casos en los que derramaron sangre:

  •  4-3-36 – Graves sucesos entre militares y paisanos en Alcalá de Henares
  •  7-3-36 – Cuatro comunistas muertos a tiros en Madrid por un grupo de falangistas.
  • 10-3-36 – Graves sucesos en Puente Vallecas con disparos y conventos incendiados.
  • 23-3-36 – Asesinato en Oviedo del exministro liberal Alfredo Martínez
  •  7-4-36 – Estalla una bomba en la casa de Eduardo Ortega y Gasset, con un herido.
  • 11-4-36 – Asesinato de Manuel Pedregal, magistrado republicano.
  • 28-4-36 – Asesinato de los Hermanos Badía en Barcelona
  •  7-5-36 – Asesinato en Madrid del capital Faraudo, socialista
  • 24-5-36 – Un falangista es asesinado a tiros en Madrid
  • 25-5-36 – Cuatro comunistas muertos como represalia del asesinato del día anterior.
  • ………………………………..

En definitiva, enfrentamientos crispados por doquier, quema de iglesias, combates entre campesinos y la guardia civil, tiroteos de pistoleros fascistas y, la guinda, con el asesinato de estado de Calvo Sotelo.

La segunda causa, en mi opinión, era el fraccionamiento partidario de las izquierdas y la absoluta “intransigencia” y “radicalidad” de sus dirigentes, que anteponían su ideario a la consecución de las mejoras para la población.

Aparentemente, aunque se pudiera hablar de izquierdas y de derechas, en la parte republicana había más de 100 idearios políticos. Socialistas de Araquistaín, socialistas de Prieto, socialistas de Largo Caballero. Un republicano de Martínez Barrio no era lo mismo que uno de Azaña o Lerroux, y así una larga lista. Pero, es que lo mismo sucedía entre los monárquicos o los renovadores……..Todo un despelote. Por cierto, a mi juicio, lo que estamos viviendo hoy me empieza a sonar a algo parecido.

En absoluto quiero con todo esto mínimamente justificar el alzamiento militar, sino tan solo dejar constancia de que teníamos un país sin un gobierno real que no terminaba de poner solución a los problemas reales de la inmensa mayoría de los ciudadanos. Todos parecían ir a remolque de los acontecimientos que sucedían cada día en la calle. Los problemas del país se hacían cada día más acuciantes y el gobierno no estaba preparado para resolverlos. 

En todo caso, la historia es siempre pasado. Ocurrió lo que ocurrió, nos quedamos sin los cambios que el país necesitaba y, lo que es mucho peor, nos enzarzamos en una guerra civil que aún trajo mayor sufrimiento y desgracia para nuestra población. No debió ocurrir nunca.

Lo que sí debemos hacer es, conocer, aprender y reflexionar sobre los errores que se cometieron en el pasado con el propósito de no cometerlos ahora. Y en este sentido me gusta hacer un análisis retrospectivo, porque si lo hiciéramos, creo que todos nos sentiríamos orgullosos de los logros obtenidos.

  • En los años de la República, la esperanza de vida se encontraba en torno a los 55 años y ahora estamos los segundos del mundo con 83,58 años.
  • Cuando en la época republicana había revueltas y muertos por doquier, hoy España es considerado como uno de los países más seguros del mundo.
  • Cuando en los años 30, el analfabetismo superaba el 40% de la población total, hoy hablamos de un 1,5%.
  • Donde antes se arrastraban problemas estructurales para conseguir que la educación llegara al pueblo, hoy la educación básica está bastante desarrollada y es obligatoria y gratuita para todos los españoles.
  • Uno de los logros sí conseguidos por la República fue el de igualar los derechos de las mujeres y eso, hoy en día no solo no se ha perdido (con un paréntesis importante durante la dictadura), sino que se ha mejorado.
  • Frente a los escasos y precarios derechos laborales de los obreros de los años 30 nos encontramos actualmente muy en línea con lo desarrollado en Europa, aunque nuestro mercado sigue siendo más inflexible.
  • En la época republicana, la mortalidad infantil en España se encontraba en torno al 31% (bronquitis, neumonía, sarampión, desnutrición…) mientras que ahora, según las cifras actuales del Instituto Nacional de Estadística, hubo 2,66 menores de 1 año fallecidos por cada 1.000 nacidos en el año 2020, representando una de las tasas más bajas del mundo.
  • Ya no existe tampoco esa Iglesia llena de privilegios, hoy en día es una institución, totalmente separada del Estado y muy volcada a los aspectos sociales, como lo demuestra la carta encíclica FRATELLI TUTTI del Papa Francisco (que, por cierto, invito a leer). Véase las prisas de Yolanda Díaz, quien dijo que la visita al Papa es un ejemplo de lo que quiere para España.
  • No solo se mantiene la eliminación republicana de Código Penal de cualquier mención a la homosexualidad de entre las conductas tipificadas como delito, sino, que se han ampliado sus derechos como ciudadanos, persiguiéndose hoy en día cualquier manifestación contraria a la libertad sexual.
  • En cuanto a la creación de riqueza (en cifras homogeneizadas) de unos escasos 1.500 dólares a los 26.000 actuales, en una acumulación apenas interrumpido desde la guerra civil

Ahora bien, desde 1931 hasta 2022, hay dos acontecimientos que han hecho posible todas estas mejoras:

La propia gestión de Franco. (aunque no guste escucharlo). De forma sintética, he recogido la opinión de cuatro historiadores sobre lo peor y lo mejor de su mandato:

Lo peor:

  • La brutal represión que ejerció, sobre todo después de la victoria, basada en política de exterminio del enemigo.
  • Que no diese más libertades (como la resistencia a reconocer la creación de asociaciones políticas para dar curso a la creciente pluralidad de la sociedad) antes de su muerte para acelerar la llegada de la democracia antes.

Lo mejor:

  • El enorme desarrollo económico y social de España, sobre todo en los últimos años de la dictadura (1957-1975), con un fuerte desarrollo de las clases medias que propiciaron dejar a España en 1975 como la novena potencia novena industrial, construyendo una poderosa clase media.
  • Propició la sucesión el Rey Juan Carlos I para favorecer una transición a la democracia sin violencias ni confrontación, aunque no todos los cambios los quiso y los deseó, pero terminó cediendo a la fuerza de los hechos.
  • La modernización del país a partir de los años sesenta con la adopción de una política económica atenta a las directrices del FMI y del Banco Mundial, que permitió la atracción de inversiones extranjeras con el aumento de la industrialización, la apertura al turismo y la mejora generalizada de las infraestructuras.
  • El establecimiento de un Estado del bienestar con un sistema de salud público, de pensiones y prestaciones sociales, similar al adoptado por los demás países del occidente europeo.

La transición.  La historia de un éxito colectivo, en el que sólo bastaron algo más de tres años para terminar con cuarenta años de dictadura franquista.

Es cierto que el contexto mundial y europeo en el que se produce la llegada de la experiencia democracia del republicanismo era mucho peor que el marco externo que acompañó a la Transición. En la década de los 30 el mundo tuvo que hacer frente a las consecuencias de la depresión del 29 y, además, en Europa las democracias estaban en claro retroceso y las dictaduras y los totalitarismos copaban el escenario político (que a la postre influyeron poderosamente al triunfo de Franco), mientras que, en la transición, además de una época boyante desde el punto de vista económico, se pudo llevar a cabo subidos en una ola de democratización que se estaba produciendo a nivel mundial.

Hay determinadas claves que hicieron posible nuestro gran logro, empezando por nuestra sociedad, que se enfrentaba a este reto con el problema agrario resuelto, con una masa obrera moderada alejada de posicionamientos revolucionarios y con una clase media abundante, en pleno proceso de secularización, relajada en sus costumbres, amante del consumismo y defensora a ultranza de la paz, siguiendo con los sindicatos que empezaron a ser una herramienta para la búsqueda de mayores beneficios laborales, pero no un instrumento de revolución social.

Y, obviamente, los grandes artífices con el Rey Juan Carlos a la cabeza, Adolfo Suarez, Torcuato Fernández Miranda, Santiago Carrillo, Fraga Iribarne y toda una clase política que estuvo a la altura de las circunstancias, sabiendo actuar en defensa del bien general de todos los españoles. Dicha actuación, convirtió a los políticos de la Transición en un símbolo, en un referente ético a imitar.

Tras esta reflexión, llego a la conclusión de que todos y cada uno de los objetivos que perseguían los diferentes gobernantes republicanos están conseguidos, y, gracias a eso,  hoy vivimos en un razonable “estado del bienestar”, por muchas cosas que haya que mejorar, que las hay.

Entonces, este paleto agricultor de Ciudad Real se pregunta: ¿no sería mejor que el gobierno trabajara por construir sobre lo ya conseguido en lugar de añorar no sé qué cosas de la época republicana.? ¿no sería posible trabajar para mejorar la educación, la seguridad, las estrategias energéticas, …. y un sin fin de cosas que hay que hacer para que el País progrese.?

Porque, el único argumento que entiendo de los que se consideran republicanos o añoran la república es que no quieran que tengamos una monarquía en España. Sí, eso lo puedo entender (entre otras cosas porque no soy especialmente monárquico). Ahora bien, a estas personas les recomendarían que pensaran dos cosas:

  1. El cauce está abierto, es decir, con las mayorías adecuadas podemos modificar lo que consideremos conveniente de la Constitución, incluso esa. Lo que no me parece lícito es que, utilizando actitudes torticeras, pretendan conseguir cambios por la puerta trasera.
  2. Si tenemos democracia con una monarquía parlamentaria es por que el Rey Juan Carlos I, así lo quiso. Hay quien se olvida que los poderes heredaros por éste eran prácticamente los mismos que los que ejerció Franco durante sus cerca de cuarenta años de mandato en España y, además, creo que deberíamos tener en cuenta:
  • En estos momentos, la Corona es la institución de España que cuenta con más experiencia política. Desde la aprobación de la Constitución de 1978, han estado al frente del Gobierno de la nación diferentes presidentes de diferentes fuerzas ideológicas. En todos estos años nuestro país ha vivido momentos muy buenos, regulares, y momentos muy malos y, todos, absolutamente todos, los ha vivido la institución monárquica en primera línea política.
    • Han sido claves en el intento de golpe de estado y sedición que hemos tenido en España.
    • Son los que mantienen las mejores relaciones con mandatarios de numerosos países extranjeros que se traducen, en muchas ocasiones, en aperturas de mercados y en resoluciones de conflictos diplomáticos.
    • Se encuentra al margen de los partidos políticos, con lo que ello puede conllevar de visión objetiva de los problemas fuera de intereses electoralistas. No ocurre así en un sistema republicano, en el cual el presidente de la república se suele decidir dentro de una línea ideológica, lo que hace más difícil su neutralidad y objetividad ante los problemas. Cabe la posibilidad de que, si tuviéramos una república, nos encontráramos como presidente del gobierno a un Rufián, un Echenique o a un Alberto Rodríguez, por poner un ejemplo.

Sin duda, hoy en día la Corona es la “institución” con más capacidad para vender la marca España, y, desde luego, el ministro Garzón es el que peor la tiene.

Pero en lugar de aprovechar lo ya conseguido y trabajar para mejorarlo, parece que este gobierno lo único que desea es destruir:

  • Restando medios y eficacia a nuestras fuerzas del orden público,
    • Minorando más la calidad de nuestra enseñanza,
    • Otorgando privilegios a separatistas y terroristas (que parece que se nos olvida que a sangre y fuego trataron durante años dinamitar nuestra democracia),
    • Generando nuevas heridas hurgando en las miserias de nuestra guerra civil,
    • Acosando y denostando la figura de nuestro Jefe de Estado,
    • Haciendo leyes con suma rapidez, como la de la eutanasia o la del bienestar animal, que no digo yo que no puedan ser necesarias, pero desde luego no urgen tanto como una Ley de Pandemias.
    • No evitando el suntuoso gasto del Estado y gravando cada vez más a la clase media y a las empresas que son, a la postre, los generadores de empleo.
    • Siendo incapaces de consensuar con las principales fuerzas política de este país, aspectos tan graves como los que nos aquejan como consecuencia del Covid.
    • Incitando y favoreciendo que los sindicatos vuelvan a ser un instrumento de revolución social. Ahí tenemos a estos órganos corruptos en las manifestaciones sobre la lengua catalana y en apoyo del retorno de los etarras. ¿Pedirán que también se les entregue armas como se hizo con Azaña?.
    • …….Y así podríamos seguir enumerando todos y cada uno de los pasos que dan.

Nos encontramos ante un gobierno desprovisto de capacidad a la hora de enfrentarse a los desafíos propios de nuestros tiempos, lo mismo que sucedió en la república, y lo único que exhiben es una jerga superflua y meliflua que, a modo de ensalada, la ponen en todos los discursos con independencia de cuál sea el tema de fondo.

Rechazan los aspectos fundamentales de una democracia occidental, como la jerarquía, el respecto por la autoridad, unas instituciones públicas fiables, el trabajo, el respecto al distinto, la libertad de expresión y la educación. Pilares todos estos que nos han traído hasta aquí y que han sentado el progreso y la libertad de la que disfrutamos.

Se olvidan que no ellos, sino las generaciones anteriores a la suya fueron las que han/hemos conseguido el mundo más seguro, libre y próspero que ha disfrutado nuestro país nunca, y ellos no son más que unos privilegiados que están disfrutando de nuestro trabajo, el de nuestros padres y el de nuestros abuelos, todo ello, sin merecerlo. Hasta ahora.

Decadencia y añoranza estúpida por una república idealizada son una constante en su vocabulario, que se enfrenta al presente con desprecio a todo lo que tenga que ver con nuestro pasado (reciente y menos reciente). No tienen espacio en su pensamiento para la lucha y el sacrificio, todo debe ser propio de un mundo ideal, aunque eso sea superficial y falso.

Y a toda costa nos intentan imponer una forma de gobierno que no es la socialdemocracia (aunque así lo afirme Sánchez), sino el mal llamado “socialismo” que imperó en los principios del siglo XX, con sus derivas como el nazismo, fascismo y la revolución bolchevique, que fueron herederos de la idea de Estado y que solo llevó a la creación de sociedades tiranizadas y provocaron cientos de millones de muertes.

Ya se nos está diciendo el tipo de nata y de carne que debemos comer, qué debemos estudiar, qué medios de comunicación hay que ver, cual es la historia verdadera, y no tardaremos mucho en que todo corresponda a una planificación estatal.

El otro día me enviaron un meme que decía: Ya estamos en 2022, menos el Gobierno que está en 1936, y la verdad es que no se que pensar, porque esta forma de actuar solo puede corresponder, en mi opinión a tres cosas:

  1. Que pueda resultar cierta la teoría conspiranoica según la cual el Sr. Sánchez y el Sr. Iglesias estén atendiendo las instrucciones del Sr. Soros u otras organizaciones/países que pretendan desestabilizar Europa utilizando como palanca la ruina de España.
  2. Que sean una panda de necios que no tienen ni puñetera idea de lo que están haciendo.
  3. Que, hacen lo que hacen para perpetuarse todo el tiempo que puedan en el poder y son capaces de sacrificar para ello la salud y la economía de sus ciudadanos.

Todas ellas me parecen tan peligrosas como entregar un revolver cargado a un mono.

Pero casi apostaría por un mix entre la segunda y la tercera de ellas, porque de lo que se han beneficiado hasta ahora es peccata minuta comparado con la “tostá” que se van a llevar de los fondos procedentes de Europa.

Confiemos en que el mono no tenga buena puntería.

José García Cortés

          8-1-22

2 comentarios sobre “¿SE PUEDE AÑORAR LA REPÚBLICA?

  1. Perdon si me repito pero es que no encuentro publicado mi comentario de esta mañana en el que venía a decir que como sigas así Pepe, publicando artículos tan bien fundamentados y tan políticamente correctos, alguien te va a echar de este blog.
    Decía esta mañana que casi me convences a pesar de no estar muy a favor de la monarquía por aquello de los derechos dinásticos y reales que conlleva.
    Y por último hacía mención a los monos y al trabajo de un investigador holandés que analizó cómo se dedican a la política a través de la «manipulación social para asegurar y mantener posiciones influyentes”. Pues esos mismos chimpancés son los que deberíamos trasladar de la carrera de San Jerónimo al foso del zoológico del Retiro, qué tiempos aquellos…

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  2. Me lo he leído en tres etapas y lo he reflexionado y me parece que das en el clavo. Un abrazo

    iPhone de Luis Miguel PFSGroup

    > El 9 ene 2022, a las 8:05, Políticamente Incorrecto escribió: > >  >

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