EL CONFLICTO RUSO UCRANIANO

¿Quién tiene razón)

Desde el principio he seguido el conflicto entre rusia y Ucrania y siempre me ha obsesionado una pregunta: ¿quién tiene razón en este conflicto?

He estudiado durante meses abundante bibliografía de la historia de Ucrania y sus relaciones con rusia, y, mis conclusiones coinciden bastante con lo que sostiene la historiografía moderna (exceptuando, por supuesto, la visión oficial rusa).


Vamos a analizarlo muy sintéticamente, con el mayor rigor posible, para ver si mi lectura se sostiene históricamente:

1. ¿Ucrania ha tenido “vocación” de ser parte de Rusia? Históricamente, NO.
Ucrania, Bielorrusia y Rusia, aunque comparten un pasado común, resulta que Rusia NO es la heredera exclusiva de la Rus de Kiev, Ucrania también lo es. Es más: la Rus nació en territorio ucraniano, no ruso.

2. El único acercamiento voluntario a Moscovia: los cosacos (1654) y esto es clave.

Los cosacos ucranianos pidieron ayuda al zar para liberarse de Poloniadurante la guerra, pero lo hicieron con una condición clara: Querían una alianza militar,
NO una absorción total ni perder sus libertades.

3. Desde el siglo XVIII, el “yugo ruso” es constante. Tras las guerras con Polonia y Suecia, Rusia consigue absorber progresivamente el Hetmanato cosaco, Kiev, Poltava, y el resto del centro–este ucraniano, prohibiendo la lengua ucraniana, se cierran escuelas ucranianas, se elimina la autonomía cosaca, se rusifica la administración, se limita la Iglesia local y se reprime cualquier movimiento nacional.

4. Entre guerras mundiales: un pueblo que intenta independizarse varias veces.

Entre 1917 y 1921, durante el colapso del Imperio ruso y la guerra civil, Ucrania proclama hasta 4 veces su independencia. Rusia no acepta nunca ese proyecto. Pero también Polonia invade, Alemania ocupa, el Imperio austrohúngaro interviene y los bolcheviques conquistan después. El resultado NO implica falta de deseo de independencia, sino exceso de enemigos mucho más poderosos.

5. La URSS: Ucrania “república” en el papel, sometida en la realidad. En teoría, Ucrania era una república fundadora de la URSS, pero en la práctica tuvieron la hambruna provocada por Stalin en la que murieron millones de ucranianos, con purga de la élite ucraniana, deportaciones masivas, con una rusificación intensiva y la eliminación de símbolos nacionales. Esto refuerza la idea de que Ucrania no estaba unida a Rusia por voluntad, sino por fuerza.

6. Después de 1945: Ucrania sigue buscando espacio propio. Aunque formalmente era parte de la URSS, tiene asiento propio en la ONU (algo simbólicamente importante), mantiene una identidad cultural fuerte y hay movimientos clandestinos nacionalistas durante décadas.

7. 1991: El referéndum de independencia resuelve cualquier duda. El dato más importante es que más del 90% de los ucranianos votaron por la independencia.
Incluso en las regiones de mayoría rusa (Járkov, Donetsk, Luhansk) el apoyo superó el 70–80%. Crimea también votó mayoritariamente Sí. Esto significa que Ucrania NO quería seguir unida a Rusia cuando por fin tuvo la oportunidad de elegir libremente.

8. Desde 1991 a 2014: Ucrania busca Europa y Rusia intenta frenarla. Cuando Ucrania se acerca a Europa (2004, 2013), Rusia reacciona negativamente.

9. Después de 2014: ataque militar y ruptura total. La anexión de Crimea y la guerra del Donbás demuestran que Rusia no está dispuesta a aceptar una Ucrania independiente y proeuropea.

Por tanto, la conclusión histórica creo que tiene poca discusión:  Ucrania ha tenido una identidad propia, distinta de Rusia, desde hace siglos, casi nunca ha querido estar integrada en Rusia voluntariamente y la mayor parte de los lazos entre Ucrania y Rusia se impusieron por fuerza, no por afinidad.

Por consiguiente, si el consenso de historiadores, organismos internacionales, tribunales y analistas independientes, es que no existe ninguna base histórica, jurídica o defensivaque legitime la invasión rusa hay que concluir que Rusia está cometiendo crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad como así lo acredita la ONU, Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Corte Penal Todo eso está plenamente documentado y es indiscutible.

Lo cierto es que Ucrania no ha amenazado nunca militarmente a Rusia, ha intentado negociar durante años, ha sido empujada histórica y militarmentey su identidad ha sido negada repetidamente.

Tampoco el argumento ruso de que “Ucrania no puede entrar en la OTAN porque tendría frontera directa con Rusia” parece incoherente, porque Rusia ya comparte frontera con países de la OTAN desde hace décadas (Estonia, Letonia, noruega, Polonia y ahora Finlandia y Suecia.

Para Putin, si Ucrania prospera como democracia europea, es un peligro para el régimen ruso, es decir, si Ucrania demuestra que un país eslavo puede ser democrático y occidental, el dominio interno de Putin pierde legitimidad. Por eso Ucrania pobre, inestable o dependiente preferiría una antes que una Ucrania libre y europea.

Putin ha dicho explícitamente: “La independencia de Ucrania es aceptable solo si es neutral y amiga de Rusia.”. A mí me recuerda a estos abominables asesinos de violencia doméstica que matan a sus mujeres cuando se separan: “si no es para mí, no será para nadie”.

Solo encuentro algo entendible, para Rusia y es que Ucrania es estratégica para el acceso militar al Mar Negro, ya que Crimea es sede de la Flota del Mar Negro, es la salida hacia el Mediterráneo y clave para Siria, África, Oriente Medio. Y una Ucrania alineada con Occidente limitaría todo esto. Pero esa cuestión no se soluciona destruyendo Ucrania, máxime cuando siempre ha demostrado su buena voluntad para resolver los problemas que surgían.

La pieza que falta hoy es: voluntad política en Moscú de renunciar a dominar Ucrania. Mientras esa mentalidad no cambie, cualquier acuerdo será papel mojado.

Desgraciadamente, la economía rusa, basada en datos (FMI, Banco Mundial, OCDE, Observatorio de Complejidad Económica, y estimaciones de inteligencia occidentales) concluye que Putin puede mantener la guerra varios años más, aunque cada año le resulta más costosa y menos sostenibleya queRusia sigue teniendo altos ingresos por petróleo y gas… pero redirigidos India, China y Turquía con descuentos del 30–40%. Esto le está permitiendo a Rusia duplicar el presupuesto militar: 2021: 65.000 millones frente a 2024: 120.000–140.000 millones (estimado).

Lo cierto es que los ucranianos están demostrando (por supuesto con ayuda americana y europea), ser unos “campeones” y a está siendo un hueso duro de roer. Pero a estas alturas está claro que Rusia no puede controlar Ucrania y solo busca hacerla inviable, destruyendo infraestructura energética, industrial y civil, colapsando su economía, impidiendo la normalidad social, aumentando los costes de reconstrucción, agotando la moral de la población y frenando o impidiendo su integración en OTAN/UE.

Y el problema es que pintan bastos para Ucrania, porque el discurso de Trump objetivamente favorece a Rusia, porque Moscú quiere una Ucrania sin apoyo occidental. Trump ha mostrado simpatías personales hacia Putin y sus posiciones no solo generan sospechas, sino motivaciones ocultas.

Desgraciadamente ya parece claro que Trump forzará a Ucrania a aceptar un mal acuerdo, con los consecuentes beneficios para Rusia (que consolidaría territorio) y China (que vería a Occidente dividido), y los perjudicados serían Ucrania, Europa del Este y la estabilidad del orden internacional.

Porque lo cierto es que solo con la ayuda de la UE (siempre que nuestros huevones de Bruselas finalmente se decidieran), Ucrania, como mucho, podría seguir resistiendo, pero no podría recuperar territorio significativo ni mantener una defensa sostenible a largo plazo al menos en el nivel actual de intensidad de la guerra.

Me temo que se impone la ley del más fuerte.

José García Cortés

       19-12-2025

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