Nuestro presidente del gobierno no duerme por las noches con el “genocidio de Palestina” y está volcando todos sus esfuerzos en liberar al mundo del sufrimiento humano.
Yo comprendo que pasar de una situación cómoda de contabilizar las personas que pasan por las saunas/prostíbulos a dirigir un país y encontrarse con una realidad nacional internacional incómoda, puede resultar agotador y de ahí su desmejora física (que no mental, porque es imposible).
Obviamente, a pesar de contar con todos los resortes del Estado, no siempre se dispone de toda la información, y quizás por ello, no sepa que los delitos de lesa humanidad, crímenes de guerra o genocidio (fuente jurídica: Estatuto de Roma, Artículo 8 Convenios de Ginebra (1949)) solo competen a los tribunales internacionales competentes. Desde luego, en ningún caso, a un incompetente como el sr. presidente.
Ya sabe usted que en Ucrania hay investigaciones abiertas y procedimientos legales en marcha, pero hasta ahora no hay una condena definitiva por genocidio o crimen de lesa humanidad que haya sido confirmada en tribunales con sentencia firme en esos términos, y lo mismo para Israel/Gaza, donde existen acusaciones formales e investigaciones, pero no hay hasta ahora una sentencia firme internacional que condene a los responsables por genocidio o lesa humanidad (o al menos yo no hallé una confirmada en las fuentes recientes). No obstante, a usted, y su cohorte de palmeros no se les cae de la boca el término genocidio.
Para que alguien sea condenado por genocidio o lesa humanidad ante el ICC u otro tribunal internacional, primero debe haber jurisdicción clara, pruebas suficientes, y que el acusado sea juzgado en ese tribunal. También exige demostrar la intención especial de destruir un grupo protegido y, aunque eso es bastante difícil de probar jurídicamente. Parece que usted tiene las pruebas. Y, en todo caso, los juicios internacionales suelen tardar años, desde la investigación, la recolección de pruebas, audiencias, etc, pero a usted parece que le basta con un telediario.
Pero claro, estoy seguro de que su preocupación por el sufrimiento humano va más allá de Palestina, y estoy seguro de que en los próximos telediarios y manifestaciones callejeras nos pondrá de manifiesto el sufrimiento del pueblo que gobierna su socio (perdón, amigo) Nicolás Maduro, en Venezuela, donde según ACNUR, más de 7,9 millones de personas han salido de Venezuela buscando protección o mejores condiciones de vida. Seguro que a usted y a Zapatero les quita el sueño también.
Es posible que también, en los próximos telediarios de la 4, la 6, TVE El País, etc, nos hablará de las otras cosas que le quitan el sueño, es decir, de Siria, donde se estima que el número de víctimas se sitúa alrededor de 656.500 muertos (diez veces más que en Palestina) o en el Sahel, donde se estima que han muerto unas 150.000 personas en los años que lleva usted como presidente. O los 4,3 millones de desplazados internos en Yemen o los 8.000 muertos en Burkina Faso, ¡anda, yihadistas igual que los de Hamás!, por no hablar de los más de 8,8 millones de desplazados internos y 3,5 millones de refugiados fuera del país en Sudán, o los muertos y desplazados en Malí. En fin, todo un sin vivir para un adalid del guerrero del antifaz de la paz mundial.
Claro, que, seguro que usted sufre también, aunque no se manifieste ni ocupe con ello todos los medios de comunicación a su alcance, de las casi 200.000 personas que murieron en Etiopía, o de los más de 500.000 niños que pueden morir de hambruna en Sudán. La verdad es que tiene faena hasta que acabe la legislatura que pretende agotar.
Claro, claro, el otro día escuché a su portavoz en el partido, el catedrático Patxi López, que la función de ustedes no era juzgar (menos mal), sino denunciar desde un punto de vista político. Pues, si a eso se dedican (en lugar de a gestionar este puñetero país), le recuerdo que en 2009, el Parlamento Europeo aprobó una resolución sobre la situación de las víctimas del terrorismo en Europa y en ella, se reconocía la gravedad de los crímenes cometidos por ETA y se instaba a los Estados miembros a proporcionar justicia, verdad y reparación a las víctimas y se mencionó que esos crímenes terroristas podrían ser considerados de “lesa humanidad” porque ETA llevó a cabo una campaña sistemática y prolongada de asesinatos, extorsiones, amenazas y secuestros durante décadas.
Ya sé, ya sé, nuestro deteriorado ministro Marlasca dirá que el Código Penal español no introdujo el delito de lesa humanidad hasta 2003, y no tiene efecto retroactivo (no se aplica a delitos anteriores), pero “políticamente” igual no era malo dedicar algún esfuerzo a aclarar los 307 asesinatos de ETA sin resolver. Pero claro, Bildu las han segado.
No se puede ser más zafio, soez, adocenado y sin vergüenza que utilizar el sufrimiento de los civiles palestinos para ocultar sus mierdas internas.
El sr. presidente está siguiendo el manual de los regímenes autoritarios y gobiernos democráticos populistas creando o exagerando la existencia de un enemigo externo como estrategia para desviar la atención de los problemas internos. Esta táctica tiene nombre en ciencia política y psicología social, y se conoce como: «Teoría del enemigo externo» o «teoría de la distracción».
Permanentemente, bien con lo que ellos llaman ultraderecha (todos los que no son ellos) o con problemas externos, como el de Palestina, utilizan un enemigo —real o imaginario— para crear un clima de “nosotros” contra “ellos”, o bien para desviar la atención de problemas internos como desempleo, inflación, corrupción, represión o falta de derechos, o para justificar medidas autoritarias como la censura o el control social.
Tenemos un buen aprendiz de los regímenes como la Alemana Nazi, como Rusia, Corea del Sur, Venezuela o Turquía. Nos ha salido listo el niño. Él sabe que la gente reacciona más con emoción que con lógica, trata de reforzar “su” identidad nacional o ideológica (“nos están atacando”), reduce el pensamiento crítico (ya que el foco está fuera, no dentro) y trata de movilizar a la población en torno al líder como “protector”, cuestión que sabe que está perdiendo día a día gracias a su pésima gestión.
No, sr. presidente, a ninguno nos gusta ver las miserias humanas que se padecen en el mundo, y sufrimos por ello. En Palestina tampoco, pero algunos no admitimos que haga un uso torticero de ello.
Por favor, lo mejor que puede hacer por el pueblo Palestino y por España es marcharte de una puñetera vez
José García Cortés
20-9-2025