CATASTROFE POR INUNDACION EN VALENCIA Y DESASTRE EN LA RESPUESTA DE LAS ADMINISTRACIONES

Lo ocurrido en varias localidades de la Comunidad Valenciana y Castilla la Mancha, es terrible. Es desolador ver cuantas personas que han fallecido ahogadas, arrastradas por el barro. Y aun serán más. No hay palabras que describan lo que el pueblo está viviendo en las zonas devastadas por la tormenta.

En los numerosos reportajes que todos vemos, aparecen mapas de la zona más dañada. Este desastre ha afectado a barrancos (Pedralba, Paiporta, Chiva…), que recogen pluviales de zonas clásicamente identificadas como lluviosas, anegando aguas abajo lo que los expertos llaman “zonas inundables”. 

Las localidades de Paiporta., Benetuser Alfafar, Masanasa, Sedavi, Catarroja entre otras, que han quedado arrasadas. He mirado aguas arriba como es el barranco o Rambla del Poyo. Estas localidades son zonas densamente pobladas y que están rodeadas de edificaciones y polígonos industriales.

Está claro que la rotulación urbana para planificar y construir en estas zonas tuvo que realizarse con plan urbanístico y diseño de infraestructuras que respondiera al objetivo de crear zonas habitadas segura e idóneas (respondiendo a los requisitos previstos al efecto).

Aun así, observando el mapa puede concluirse que las pendientes son importantes y revisando la literatura al respecto, se afirma que cada 5 años ocurren inundaciones de diversa índole en distintos sectores de la Comunidad Autónoma de Valencia.

Las víctimas de esta terrible tormenta superan los 215. Y los desaparecidos son más de 100. Las causas, como ocurre siempre, son varias y confluyen de manera sumatoria. Puede enumerarse, entre otras:

  • Sistema de alerta técnicamente viable, pero no llega a la población.
  • Aparente carencia de protocolos de actuación en emergencia.
  • Carencia de zonas de encuentro y refugio.
  • Población no formada ni entrenada en la respuesta a la emergencia. 

Según consta en importantes estudios sobre las cuencas existentes en la Comunidad Valenciana, están descritos en detalle los barrancos y riesgos de las riadas para las poblaciones existentes.  Los expertos proponen controlar mediante presas y obras de ingeniería en los barrancos para laminar caudales, reduciendo la fuerza del agua en caso de grandes tormentas. En el caso de la zona destruida por la riada deciente, se propuso la construcción de una presa en Cheste.

Leo en la página del ministerio de transportes del Gobierno de España una nota informativa de 3 de julio de 2004 .

 La Confederación del Júcar prevé actuaciones en los barrancos del Pozalet, la Saleta y el Poyo Cerca de una veintena de municipios ya no mirarán al cielo con temor cuando lleguen las tormentas. El Gobierno anunció ayer el plan contra riadas para 16 municipios que incluye la creación de una presa en Cheste. Se prevén actuaciones, además, en los barrancos de la Saleta, el Pozalet y la rambla del Poyo. L. NADAL/VALENCIA Publicidad Más noticias La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) presentó ayer a 16 ayuntamientos y grupos ecologistas el plan contra avenidas de la cuenca de la rambla del Poyo. La comarca de l’Horta sud ha sido históricamente una de las más castigadas por las grandes inundaciones en temporadas de gota fría. Poblaciones enteras han visto año tras año como el agua del barranco del Poyo se ha desbordado llegando a anegar bajos, viviendas y causar serios desperfectos en vehículos e inmuebles. 


Alaquàs, Aldaia, Catarroja, Cheste, Xirivella, Godelleta, Massanassa, Paiporta, Picanya, Ribarroja, Torrent, Quart de Poblet, Loriguilla, Mislata y y Valencia son las zonas con mayor riesgo de inundación en las que se aplicará el plan contra riadas. 

La primera de las actuaciones es la creación de una presa en Cheste. La propuesta, que posteriormente deberá plasmarse en un proyecto, regularía los caudales procedentes de la cuenca alta de los barrancos del Poyo y del Pozalet aguas arriba de esta población.

La presidenta de la mancomunidad de l’ Horta Sud, Empar Navarro, destacó ayer que el proyecto “dará una solución global respetando las realidades locales y preserva el parque natural de la Albufera de aterramientos”. Navarro se mostró satisfecha ya que, según dijo, “han pasado más de nueve años para aprobar el proyecto”. También el primer teniente de alcalde de Cheste, Antonio Montaner, manifestó su satisfacción por la construcción de la presa. “Además de solucionar las riadas podremos aprovechar el agua embalsada”

En 2004 se canceló el plan hidrológico nacional que había aprobado el gobierno de Aznar. El Gobierno de J:L Rodríguez Zapatero recibió presiones e informes negativos de los movimientos ecologistas respecto al impacto ambiental de la construcción de presas.  El presupuesto de la presa de Cheste superaba los 200 millones de euros, pero era posible recabar apoyo presupuestario de la Unión Europea, (se consideraba justificado el gasto previsto para el Plan Hidrológico Nacional aprobado por Gobierno de España) Se estimaba que en el continente europeo eran previsibles grandes tormentas debidas al cambio climático. Peor se canceló el proyecto.

El pensamiento ecologista, que muchos de nosotros compartimos, defiende el respeto a las reglas y orden naturales. Sin embargo, no sabemos si los estudios ecologistas realizados en décadas anteriores, son aplicables al entorno climático actual. De hecho, su propuesta de demolición de 15 presas en el territorio nacional debería revisarse.

Leo en un informe de “Ecologistas en Acción” del año 2018:

En el plano medioambiental, las presas hidráulicas son «perjudiciales desde las primeras etapas de su construcción» debido a los grandes movimientos de tierra, apertura de caminos y otras intervenciones sobre el paisaje, hasta la misma puesta en activo de las instalaciones.

Es entonces cuando se produce una alteración de las «condiciones físicas, químicas y biológicas» del medio que pueden llegar hasta los tramos medio o bajo del río, lo que termina afectando a sus niveles de biodiversidad y régimen de sedimentación.

A este respecto podemos concluir que la acción humana está dañando ecosistemas y destruyendo zonas clave del entorno natural. Aun asi, es imprescindible:

  • decidir si mantenemos viable la existencia de poblaciones en zonas inundables o si se abandonan, trasladando la población a zonas más seguras
  • paliar el daño que los fenómenos naturales van a imponer a zonas en riesgo, construyendo lo que sea necesario a este efecto.
  • Asumir que está en marcha un nuevo escenario climático, con fenómenos de intensidad creciente y cada vez mas frecuentes. No sirven las estadísticas sobre inundaciones previas.  

Si consideramos muy alto el coste en inversiones, observemos los costes de lo que esta suponiendo las actuaciones en la Comunidad Valenciana. (Las pérdidas de vidas humanas son incuantificables).

Como propuestas:

  • Revisar la distribución geográfica de la población de manera que se identifiquen y clasifiquen sectores según su riesgo.
  • Dada la evidencia de la amenaza de nuevas e intensas tormentas, reconsiderar los proyectos de ingeniería que contribuyan a reducir las consecuencias de lo que está por venir.
  • Cuando el riesgo sea extremo, será necesaria una inversión con presupuestos extraordinarios de manera que bien se traslade la población o bien se ejecuten obras que reduzcan ese riesgo (eliminarlo no será posible)
  • Asumir que los patrones de evolución de lluvias, vientos y en general, fenómenos naturales, serán completamente distintos a los de los últimos 200 años.
  • Informar y formar a la población sobre las actuaciones a seguir en caso de emergencia.
  • Mejorar los sistemas de notificación sobre alertas de manera que lleguen a las poblaciones afectadas.
  • Elaborar protocolos de actuación de respuesta a la emergencia, diseñando lugares seguros construidos al efecto (seguridad sísmica, continuidad y autonomía en energía y agua) que sean refugio para la población afectada.

Raúl Ramos de la Plaza

           6-11-24

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