¿Podemos afirmar que el objetivo esencial de los seres vivos es la reproducción para garantizar la supervivencia de la especie? Nuestra naturaleza biológica es la respuesta. Es indudable que biológicamente existe una “programación” encaminada a lograr la continuidad de su colectivo o tipo de seres.
Como subclasificación en todo este universo “vivo”, se distingue una especie algo distinta: la especie humana. Nosotros, los humanos, tenemos la capacidad de pensar, imaginar, construir conceptos, ideas. Una de nuestras costumbres más conocidas es buscar explicación a lo que vemos: causas, características y…. objetivos o propósito de todo. Es una capacidad que nos permite relacionarnos con el mundo que conocemos.
En este orden de cosas, podemos imaginar que tenemos casi la necesidad de caracterizar, analizar y clasificar todo, incluyendo los seres vivos. Sin duda, para un ser humano, es impensable asumir literalmente expresiones como “la vida de las montañas” “ vida del universo”…Podemos de manera coloquial, pero no estrictamente. Las montañas, para nosotros, no están vivas y el universo tampoco.
Surge la duda de que tendrá que ver todo esto con la vida y su propósito u objetivo fundamental. Está claro, mi sistema de referencia es el humano y no hay duda de que asi es. Pero de ahí a asumir que la vida es lo que conocemos y sabemos que es y, además, que tiene solo aquellas características que le atribuimos, es algo aventurado.
Como ejemplo, hace algún tiempo, algunos los seres humanos pensaban que el planeta tierra era plano (aun existen personas que lo afirman). También que la luz tiene, siempre, una trayectoria rectilínea y que la materia es completamente distinta de la energía. Todo esto evoluciona con el conocimiento científico.
Cabe exponer aquí, pues, que nuestra idea de lo que es la vida puede tener las limitaciones que le otorgan los límites de nuestra capacidad, de nuestro conocimiento. Y podemos ir más allá: ¿ya carece de vida aquello que experimenta lo que llamamos muerte? ¿Es la biología conocida el marco absoluto para catalogar lo que esta vivo? Y en este orden de cosas, quizá no podamos aplicar con seguridad esos adjetivos que atribuimos a lo vivo, incluyendo la reproducción y la llamada supervivencia a estados de la existencia que trascienden nuestro conocimiento.
Preguntado a ChatGPT, responde que
la vida tiene cualidades como crecimiento, reproducción, metabolismo y consciencia. Por otra parte la existencia se refiere al estado de existir, que incluye las entidades vivas y no vivas. En este sentido, la vida seria un subgrupo de la existencia, teniendo sus atributos y procesos (traducido del inglés por quien les escribe).
Tenemos por tanto una idea clara. Hay una enormidad de entidades o cosas que existen y, dentro de ellas, algunas están vivas. Las vivas tienen unas características, entre las que destaca la capacidad de reproducción en ese objetivo que es perpetuar la especie o tipología de ser.
Y… todo lo demás, todo lo que existe sin estar vivo ¿no tiene propósito? Es evidente que no tiene el mismo propósito que los seres que llamamos vivos. No podemos decir que lo existente no vivo carezca de objetivo, de propósito, aunque no sea ese que citábamos: sobrevivir.
En la inmensidad de entidades (por emplear el término que utiliza el Chat GPT), en el que identificamos los planetas, los agujeros negros, las estrellas, la materia que llena el espacio “vacío”, y todos los seres vivos agrupamos eso que es “lo que existe” y, dentro de este grupo, hay una pequeña parte catalogable de “viva”.
Existen hipótesis que explican la vida desde un enfoque de estados de energía. Desde su planteamiento, es razonable pensar que todo lo que existe en el universo se rige por las mismas reglas. Reglas que tienen explicación matemática y física mediante, entre otras, las leyes de la termodinámica, la cuantificación del parámetro denominado entropía y la física cuántica.
Desde esta perspectiva la vida aparece como un fenómeno energético singular. En esta línea, el fenómeno que llamamos muerte ocurre cuando se alcanza la máxima entropía[1]. Con este comentario podemos ver, aunque no estemos de acuerdo, que existen análisis físico-químicos de la naturaleza de la vida, ajenos al concepto de una intervención divina y distintos al concepto de “propósito” de la vida. En su lugar, se postula por una suerte de razones energéticas del estado de la materia.
Llegamos al punto final de estas reflexiones: podría ser aventurado imaginar que el propósito de todo lo que existe sea aquel que caracteriza al pequeño colectivo de lo vivo. Pero, asumiendo que existe un objetivo o propósito ¿es lógico pensar que todo lo vivo tiene el mismo objetivo, tal y como pensamos los seres humanos?
Y, avanzando en ese camino, ¿nos satisface la hipótesis de que lo que llamamos vida es lo que hemos descrito hasta ahora en esta cultura y este nivel de conocimiento? ¿podría ser que además de la reproducción y supervivencia, haya un objetivo más sólido o trascendente para la vida? Tengamos también en cuenta que Schrödinger podía tener razón (y la hipótesis de algunos grupos de físicos) . ¿Y si fuera cierta, en el sentido de que la vida es un estado de energía…donde el entropía se acumula hasta el punto en que no es factible su incremento y la energía vital cesa? Es muy recomendable la lectura de su libro What is life. The physical Aspect of the Living Cell with mind and matter (Cambridge university Press. 1944.
Reflexionemos. Analicemos. El alcance del término “vida” podría ser distinto al que imaginamos. Entender el objetivo de la vida es un reto que trasciende los límites de nuestra herramienta mental. Es lógico imaginar y dotar, a lo que llamamos vida, de unos atributos que nos ayuden a entender. Pero recordemos una expresión de un conocido científico de renombre: lo observado está condicionado por el sistema de coordenadas que empleemos en la observación.
Miremos este concepto de la vida abstrayendo nuestro pensamiento de lo que inevitablemente hemos ido comprendiendo, mirando los seres vivos y el fenómeno de la muerte sin rechazar la posibilidad de que existen otras explicaciones e incluso asumiendo que la vida y la muerte no son fenómenos exactamente relacionados con explicaciones teologicas (independientemente de nuestra fe o ideas religiosas).
Es posible que lo que realmente somos no se limite a este sistema aparentemente físico sino a un estado de energía, cuya estabilidad, más allá de un periodo transitorio con entropía creciente, se mantenga inalterado.
Parte 2ª
Raúl Ramos de la Plaza
[1] Entropía=k log D (k es la constante Boltzmann: 3,2983·10-24Cal/oC y D una medida del desorden atómico del organismo en cuestión.