Hace tiempo que Rusia invadió Ucrania. Como todos sabemos, lo hizo con la convicción de que era necesaria su acción militar. Sin tener en cuenta las distintas fuentes sobre la evolución de los frentes de guerra, sobre las victimas civiles que dice Rusia son, en ocasiones, maniquíes colocados por Ucrania…debemos asumir que la situación ha empeorado dramáticamente para los ciudadanos de Ucrania. Y para las decenas de miles de civiles que ya han muerto, solo nuestro respeto y condolencias. Nuestras condolencias para las familias de los miles de soldados rusos. No tanto nuestro respeto. El Ejército Ruso es una estructura enorme que siempre se ha movido con grandes ideales, honor incuestionable y lealtad a toda prueba a sus lideres militares y su patria. Que terrible situación esta, en la que su Presidente, y su alto Estado Mayor, hayan optado por la opción de la destrucción total de las ciudades ucranianas. En este sentido, estamos, de nuevo, en la Edad Oscura, en la Edad Media.
¿Donde queda aquella seguridad de nuestras sociedades modernas sobre el avance del hombre a posiciones mas evolucionadas? ¿Dónde esta ese movimiento de occidente en pro de la civilización humana pacifica que avanza en pro de los derechos sociales y la vida en libertad e igualdad de derechos.? Sin duda, algo nos enseña que estábamos engañados. Eso deben pensar países como Finlandia y Suecia, que están planificando su integración en el la OTAN…cuanto antes. Naturalmente, les inquieta ser invadidos.
En España, vemos lejos ese territorio, donde mueren y sufren tantas personas. Al igual que en otros países de la unión europea, incluso existen declaraciones, como lideres políticos, en el sentido de “no a la guerra” y “no a participar con envío de armas”.
Esta guerra actúa de manera catártica, poniendo de manifiesto los pensamientos y convicciones de nuestros lideres políticos y, lamentablemente, ha evidenciado, en mi opinión, hasta que punto no saben lo que dicen. La inquietud creciente que sentimos a la vista de esta falta de unidad en nuestro país, frente a una situación tan horrible, nos presenta y da una impresión aterradora y nos viene a la mano la expresión “en manos de quien estamos”.
Leo en el periódico el Mundo del 13 de abril: “la primera guerra mundial acaba de estallar y afecta a 7.900 millones de personas”. Quizá la percepción que todos tenemos desde finales de febrero ya se ha extendido: la guerra no es en Ucrania. Es el mundo el que está en guerra. Se manifiesta allí – en Ucrania – un terrible efecto que se extiende a todas las naciones. A todo el mundo. Cuando comenzó la invasión, aquí, en nuestra Europa tan ensimismada con sus cosas, con su imaginada superioridad intelectual y social, dudábamos mucho de que esto de Ucrania realmente “vaya con nosotros”.
Otro ejemplo de la falta de unidad y gran desconocimiento de la realidad es la persistente manifestación política y de cierta prensa, con visión descalificadora de la posición de España respecto a la situación inestable del Magreb. Cada nación tiene el derecho a optar por su visión de futuro, para lo que establece sus proyectos y sus alianzas. Argelia es un gran país, y considera entre sus alianzas el acierto de una buena relación con Rusia. En la Asamblea General de las Naciones Unidas del 2 de marzo, en la que se voto una moción (no vinculante) en contra de la invasión rusa de Ucrania, hubo una votación mayoritaria a favor de la propuesta (141 de 193 países votaron a favor). 35 países se abstuvieron. Argelia esta entre estos países. No repetiré aquí lo expuesto en artículos anteriores sobre este asunto. Existen publicaciones muy relevantes y fidedignas con información sobre la inestabilidad del Magreb debida a los movimientos islámicos extremistas o terroristas. Es este un asunto de gran relevancia, que escapa al objeto de este breve artículo.
Aun viendo lo que algunos hombres son capaces de hacer y contemplando el horror de la guerra, pongamos en marcha en nosotros esa la fuerza positiva que conocemos y somos capaces de mover en el mundo.
Tengamos en cuenta también que en el colectivo humano existen movimientos positivos, muy evolucionados. Tanto social como religiosamente. Existen numerosas declaraciones y escritos de místicos y sabios del Islam, Budismo, Cristianismo en pro de la solidaridad, la paz y la armonía en el mundo. Dice el Papa Francisco que las cosas que van “en contra de la armonía de la creación son malas”. No puedo estar mas de acuerdo con él. Afirma que el hombre debe vivir en este planeta como su cuidador y no como su amo.
Seamos proactivos, positivos, y pongamos en marcha nuestro entendimiento, nuestras manifestaciones y nuestras conductas en la dirección de la armonía. Sabemos que en un plazo no muy largo este modo de proceder en nuestros países, cambiará. Sabemos que el sistema de liderazgo existente no puede mantenerse. Sin ética, sin honestidad, sin transparencia, no es posible liderar nada.
Nosotros, gente corriente, formamos multitud. Somos quien mantiene las naciones. No son de recibo las conductas de muchos de los lideres de los países. No lo solucionaremos manifestando nuestro hastío absteniéndonos cada vez que nos piden el voto. Es necesario formarnos, educarnos y educar a nuestros jóvenes para su conocimiento su conciencia social. Para eso, nosotros somos los primeros que debemos dar ejemplo.
Recordemos que, mas allá de lo que hacemos como especie y ocurre en nuestro planeta, el universo en su inmensidad, funciona con reglas de equilibrio. Funciona con leyes que trascienden nuestro concepto local de la materia, de la energía. Seamos armonía con lo que mueve el universo. Seamos y promovamos el equilibrio. Aquello que somos y promovemos emana de nuestras personas e influye n nuestro entorno personal, influye en nuestros hijos y nietos.
Sabemos de lo difícil que puede ser en este entorno social que, en ocasiones, es incluso hostil. Recordemos, sin embargo, que cuando nos esforcemos por movernos con equilibrio y armonía, somos participes de esa inmensa fuerza que mueve todo el Universo.
Raúl Ramos de la Plaza
13 de abril de 2022
Es increíble,me quedo sin palabras, no puedo reaccionar, pusilánime, acobardado, es un dislate, Europa no puede consentir la guerra entre gente aparentemente civilizada, que utilice mercenarios y extremistas islamicos para matar y violar. No sé qué decir. Solo se me ocurre actuar. En los Valcanes ocurrió lo mismo. Al final se pasaron por el forro la OTAN y el resto de normas inviolables. Cuando probaron el genocidio en Bosnia y Demás países, actuamos. Que esperamos! Cada día que pasa, peor. Los autócratas e independentistas se aprovechan de lis demócratas.
El buenísimo no conduce a nada saludable.
El mundo se rodea de una izquierda intolerable. No hay mas que ver lo que ocurre en SurAnerica. Hasta donde vamos aguantar. Sabemos cuál será el final. Cuanto tiempo aguantaremos?
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Nos cuesta pero vamos aprendiendo poco a poco de los errores. Ese equilibrio del Universo nos condiciona y hace que con el tiempo vayamos mas por ese camino de cuidadores y no de amos.
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