Estaba leyendo que, aunque culturalmente se asocia la psicopatía a la delincuencia, no todos los criminales son psicópatas, ni todos los psicópatas criminales. De facto, en contra de lo que generalmente se piensa, podemos estar viendo a una persona atractiva, carismática y probablemente encantadora, que, en bastantes ocasiones, ocupan cargos de poder en grandes empresas o en política, ya que son aptos para estos puestos por no sentir empatía ni remordimientos a la hora de tomar decisiones que hacen sufrir a los demás, como despedir a alguien, desahuciarlo o robar de arcas públicas. Suelen tener un perfil bastante típico:• Imagen exaltada de uno mismo
• Fantasías y expectativas muy altas de éxito y poder
• Nivel afectivo superficial, frío y carente de empatía
• Crueldad hacia las personas y vulneración de sus límites
• No asumen la responsabilidad de sus actos y las consecuencias de estos
• Se comportan de manera explotadora en sus relaciones
Y también leía sobre la mentira compulsiva, que en psicología se define como la distorsión de la realidad de manera reiterada y frecuente que tienen como objetivos los de ganar atención o encubrir malos comportamientos. Y tienen como origen diferentes causas como:
- Baja autoestima.
- Necesidad de admiración y validación.
- Otro trastorno subyacente que hay que diagnosticar.
- Crear una ficción a su alrededor para escapar de situaciones difíciles.
- Hábito.
Y cuando leía estas cosas, no se por qué, me acordé de nuestro Presidente del Gobierno y su hora y pico de alocución sobre el cumplimiento de sus compromisos y aquello de que estamos mejor que el año pasado, le faltó el: “faltaría más”.
La verdad es que no debí prestar la suficiente atención porque no creo haber escuchado que el PIB en España cerrará 2021 en el entorno del 4,7% (con pérdida de productividad en prácticamente todos los sectores), cuando inicialmente estimaban en el 7,2, rebajado posteriormente al 6,5%, y todo ello después de que en 2020 sufriéramos la mayor caída registrada (por encima del 10%) desde la Guerra Civil. Gracias, obviamente, a su magnífica gestión de la pandemia (de las peores del mundo).
Y, chico, debía andar un poco distraído porque tampoco recuerdo haber escuchado que la inflación en diciembre de 2021 se ha elevado hasta el 6,7%, de acuerdo con el indicador adelantado elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata del nivel más alto de los últimos 29 años.
Eso sí, lo de la electricidad sí que lo escuché. Que si nuestro compromiso de que algunos ciudadanos pagaran lo mismo que en 2018 teniendo en cuenta la media de ciertos contratos, deducida la inflación y quitando el porcentaje medio de la subida de los garbanzos y los bigotes de las gambas. Pero los datos que yo tengo deben estar equivocados, porque la factura total de 2021 se ha elevado a 949 euros, que es un 41% más que la factura de 2020 (675 euros), y un 18% más que la factura de 2018, a la que el Gobierno se había comprometido a no superar. Se le atribuye a Emilio Botín aquella frase que dice “lo que no son cuentas, son cuentos”.
También me debió pasar desapercibido todo lo relacionado con la Productividad, que al cierre del 3T 2021 bajaba un -0,6% en número de horas efectivamente trabajadas, con un incremento de los costes laborales Unitarios del 3%.
Y desde luego, de lo que estoy seguro que no escuché, es decirle nada sobre el informe sobre el estado de la pobreza y exclusión social en España a través del indicador AROPE (At Risk Of Poverty and/or Exclusion) que evalúa los objetivos especificados en la Estrategia Europa 2020, ahora incluidos en la Agenda 2030 y que tiene como conclusiones sintetizadas:
- Insistir en que la recuperación económica proclamada tenía los pies de barro, como demuestran algunos importantes indicadores de carencia material tales como no poder permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días; o no poder disponer de ordenador.
- El cumplimiento de la reducción de la pobreza en todas sus dimensiones de la Agenda 2030 acumula un importante retraso y, en lo relativo a la tasa AROPE, se ha hecho menos de la mitad de lo necesario para cumplir proporcionalmente el objetivo.
- Los datos de carencia material para 2020, que incluyen el efecto de la pandemia, se traducen en un incremento inédito y veloz en la tasa de privación material severa, que se incrementa en un 49 % y, además, las personas que llegan con mucha dificultad a fin de mes sufren su mayor crecimiento interanual en los 12 años estudiados.
- Existe una gran desigualdad en el reparto de las consecuencias de las dos crisis sucesivas tanto en términos de personas como de territorios.
- La desigualdad con respecto a Europa para la totalidad de los principales indicadores, tanto de desigualdad como de pobreza y vulnerabilidad, son elevadas y crecientes.
- Como ya se viene insistiendo desde hace varios años, las estrategias tradicionales de protección y lucha contra la pobreza se muestran insuficientes.
- En el nuevo perfil de la pobreza que emergió como consecuencia de la crisis económica anterior, entre las personas pobres aumenta el porcentaje con educación superior y educación secundaria de 2a etapa; el de las que viven en zonas urbanas y el de las jubiladas y otras inactivas.
Cierto es que el tema de la vacunación ha salido bien, gracias a la estrategia de compra europea y a los esfuerzos de las Comunidades Autónomas y no al de este mentiroso compulsivo que tenemos sentado en la Moncloa que todavía no ha sido capaz de hacer una Ley de Pandemias como prometió a bombo y platillo.
Obviamente, cuando asemejo a nuestro presidente con un psicópata narcisista o un mentiroso compulsivo, lo hago en clave de humor, porque ahora, en este país, se puede insultar al Rey, quemar sus fotos y faltarle al respecto siempre que se haga humorísticamente.
Qué gracia escuchar a un señor que ha incumplido absolutamente todo lo que ha prometido, dirigirse a la nación hablando de compromisos.
Me troncho de la risa.
José García Cortés
31-12-21
No descansas. Feliz año
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Me gusto escuchar a alguien una vez que lo calificó de pistolero. Pistolero a sueldo. Un psicópata con pistola y licencia para matar es como lo del mono con metralleta.
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